Los propietarios aseguran que cerrarán el 90 % de los pisos turísticos en A Coruña: «No somos el problema de la vivienda, sino la excusa»
A CORUÑA
La nueva ordenanza, aprobada de forma provisional en María Pita, limita la presencia de estos arrendamientos
08 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En una ciudad tensionada en el mercado del alquiler, una consideración que contempla la ley estatal y que el Ayuntamiento de A Coruña reivindica, la proliferación de viviendas vacacionales, 1.357 registradas oficialmente, frente al drástico recorte de pisos en alquiler de larga duración, en torno a 375, era una realidad que controlar para el gobierno local.
Esta semana sacó adelante la aprobación inicial de la ordenanza que los limita a las plantas bajas y primeras, además de a edificios con este uso exclusivo, siempre que así lo permita el planeamiento general o el Pepri de la Ciudad Vieja y Pescadería. La ordenanza, en período de exposición pública, contempla un máximo de 0,5 viviendas de uso turístico por cada 100 habitantes.
«Me parece muy bien, a ver si ayuda a que haya más oferta de pisos para el alquiler tradicional. Los apartamentos turísticos no son la única razón de su carencia, la principal es la falta de vivienda pública, pero son una de ellas», sostiene Verónica Urreaga, la abogada al frente de la histórica Asociación de Inquilinos.
El sector de la hotelería es otro de los más críticos con la expansión de esta alternativa habitacional, a la que acusaban de competencia desleal, y desde el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) también han alertado de su rápido desarrollo. Sin embargo, no concuerdan con la fórmula elegida por María Pita.
«As ordenanzas non poden regular usos, para iso hai que facer modificacións puntais no PXOM e no Pepri, así llo trasladamos ao Concello e o corroboraron os seus servizos xurídicos», apostilla Ruth Varela. La presidenta del COAG teme que la medida sea más «mediática que técnica e efectiva».
Una posibilidad que niega el Ayuntamiento. «La ordenanza cuenta con todos los informes jurídicos que la respaldan». Sobre los casos tumbados por la justicia, responden: «El Avilés la ordenanza se aprobó por decreto, aquí es vía pleno. En San Sebastián fue contraria al PGOM».
Los protagonistas de este conflicto, los dueños de pisos turísticos, se ven en el ojo del huracán ante una iniciativa que es retroactiva. «No afectará al 50 % de las VUT (vivienda de uso turístico), sino al 80 o 90 %. Lo que van a conseguir es que el centro histórico se entregue a grandes inversores. ¿Quién comprar un edificio entero para reformarlo y alquilarlo? Ellos, no los coruñeses que tienen un piso y lo arriendan. Los vecinos van a perder patrimonio, también la ciudad. Las VUT atraían un turismo familiar que, gracias a ellas, podían pasar aquí días», dice Rafael Serrano, de la asociación Aviturga, que presentará alegaciones.
Begoña, propietaria de un piso turístico en la calle Socorro, en un quinto sin ascensor: «No somos el problema de la vivienda, sino la excusa»
Comenzó a alquiler como vivienda de su uso turístico su piso de la calle Socorro, un quinto sin ascensor, en el 2019. «Era una calle del Orzán muy ruidosa. Afortunadamente, hoy ya no es así, pero antes aquí no quería venir nadie», cuenta Begoña. Después de una mala experiencia con su última inquilina, «nos dejó el piso destrozado», pensó en vender la vivienda. La alternativa de ofertarla en Airbnb como piso turístico, asegura, fue su salvación para que no acabase en ruinas.
«En el edificio somos tres pisos así. Gracias al alquiler vacacional, los propietarios hemos podido ir haciendo pequeñas reformas, ya que es un inmueble muy viejo», explica. Para Begoña, que no trabaja, esta era una forma de ganar un dinero que, cuando la nueva ordenanza se apruebe de forma definitiva, se va a acabar. «Nos han puesto como los culpables de la situación de la vivienda, y no es así. No somos el problema, somos la excusa», afirma.
«Siento mucha frustración, no lo veo justo. En el pasado tuve de vecinos a estudiantes que molestaban y hacían mucho ruido. Como piso turístico nunca nos llegó una queja. Le van a quitar esta posibilidad a gente que se llama Maruxa, y es natural de Ordes, por poner un ejemplo, para dársela a un señor Williams, un inversor de fuera», denuncia.
«Gracias a nosotros, como ya pasaba cuando era pequeña, viene aquí un turismo familiar a pasar varios días en la ciudad al que le es inalcanzable estar tanto tiempo en un hotel. Acaban siendo familia, como unos huéspedes que se acaban de ir y son de Alemania», lamenta Begoña.