
Los inquilinos no son siempre los buenos, de igual manera que los propietarios no son siempre los malos
31 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Después de una larga batalla, la propietaria de un inmueble de Noia logró el desahucio de una inquiokupa que ha dejado el piso en unas condiciones que dejan el adjetivo lamentables muy lejos de la cruda realidad. Después del calvario sufrido por ver como un extraño se adueñaba de su propiedad y con lo que le queda por pasar para dejar la vivienda en un estado presentable, difícilmente la noiesa volverá a colocar su piso en el mercado del alquiler.
Hace unos días, la colaboración ciudadana y la actuación policial evitó que una mujer de avanzada edad de Ribeira acabara con su casa okupada. De hecho, los intrusos hasta habían metido las cosas dentro. El alcalde, Luís Pérez Barral, reconocía que, de haberse materializado la okupación, restituir la propiedad a su legítima dueña hubiera resultado más complicado. Cierto es.
El propio Concello de Ribeira, para desalojar a los okupas del bloque de Avesadas tuvo que realizar previamente un informe de vulnerabilidad de los habitantes.
Bien está proteger a quienes lo necesitan, pero otra cosa es dejar desasistidos a quienes pagan sus impuestos, van a trabajar todos los días o están en el período de jubilación e intentan obtener unos ingresos con un bien que es fruto de su ahorro y su esfuerzo.
Los inquilinos no son siempre los buenos, de igual manera que los propietarios no son siempre los malos. Existen muchas formas de okupación y de igual manera que la mayoría de los inquilinos son personas que pagan a fin de mes y respetan la propiedad ajena, los propietarios no son todos unos usureros. Hay que equilibrar la balanza cuando de proteger se trata.