El Concello ha tenido que reponer los carteles, que habían sido retirados
15 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Una barra de hierro bien clavada en una roca. Ese es el soporte que el Concello de Catoira ha elegido para algunas de las señales que ha colocado en el perímetro de la laguna de Pedras Miudas. Después de que un joven perdiese la vida en ese entorno tras saltar al agua desde la pared vertical que cierra el lago por uno de sus lados, el Concello no ha parado de reponer las señales que prohíben el baño, los saltos y en general, cualquier tipo de actividad en el agua. Pero igual que los operarios municipales recolocaban los carteles, otras manos se dedicaban a retirarlos con la misma prontitud. Así que desde la Administración local se ha decidido intentar, cuando menos, dificultar el trabajo de los vándalos.
Así lo explicaba ayer el alcalde de Catoira, el nacionalista Xoán Castaño. Estos días, con los termómetros desbocados, la laguna gana protagonismo como lugar al que acuden grupos de personas en busca de un respiro. La posibilidad de un chapuzón se convierte en una tentación en la que muchos acaban cayendo, pese a los carteles de prohibición de todo tipo de prácticas acuáticas.
«Estes días volvemos ter noticias de xente que está a usar a lagoa de Pedras Miudas para fins que non están autorizados. E outra vez, os sinais que colocáramos, desapareceran», recalcaba ayer el alcalde de Catoira. Cumpliendo con su labor, como sísifos modernos, el personal del Concello ha procedido a su reposición, intentando hacerlo de tal manera que la próxima vez, quienes quieran retirarlos tengan que hacer más que un simple gesto.
Cabe recordar que a mediados del pasado mes de julio, un adolescente falleció en la laguna durante una tarde de diversión. Tras aquel desgraciado accidente, el Concello de Catoira emitió un bando en el que se especificaban qué tipo de actividades se pueden realizar en aguas de la laguna: ninguna. En el documento se vuelve a prohibir taxativamente el baño, los saltos y cualquier otro tipo de actividad en el agua. «Non se pode facer nada», señalaba el regidor catoirense cuando se publicó dicho documento, con el que se pretende dar una mayor dimensión a la prohibición de todas las prácticas de riesgo en el lago artificial, que se creó en su día en el hueco dejado por una vieja cantera.
El problema es que nadie sabe qué es lo que hay en los fondos de Pedras Miudas. Lo que sí se sabe es que hace unos años, cuando el Concello evaluó la posibilidad de abrir la laguna al baño, Sanidade emitió un informe negativo. Según se explicó en su día, «esta área non se pode incluír no censo de zonas de baño debido a que o acceso é difícil e nalgúns casos perigoso debido a que as marxes da lagoa son de material rochoso irregular. Ademais, non hai análises da auga que descarten a posible presenza de contaminantes químicos, ao tratarse dunha antiga canteira».