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Chris Field Sabio 15 | El gran experto mundial en el cambio climático «Frenar el calentamiento no enfriará la Tierra, recuérdalo»

Con motivo de nuestro 35 aniversario y en colaboración con la Fundación BBVA, hablamos con Chris Field,  pocos saben tanto de cambio climático como este biólogo de la universidad de Stanford. Y tiene una cosa clara: El calentamiento de la tierra no puede superar los dos grados. Si eso ocurre, se desencadenará una catástrofe mundial. ¿la buena noticia? Estamos a tiempo.

Por Carlos Manuel-Sánchez | Fotografía: WWF-US/Eric Millette

Sábado, 06 de Agosto 2022

Tiempo de lectura: 6 min

La ola de calor más extrema desde que hay registros, no solo en España, sino en otros muchos países europeos y del hemisferio norte, plantea cuestiones angustiosas. ¿Estamos pagando ya las consecuencias del cambio climático? ¿Esto es solo un anticipo? ¿Lo podemos evitar? Para responderlas, pocos científicos están mejor preparados que Chris Field (California, Estados Unidos; 1953).

Este biólogo, que dirige el Instituto Woods para el Medio Ambiente de la Universidad de Stanford, comprobó que el dióxido de carbono procedente de la actividad humana que llega a la atmósfera solo es una fracción del que queda atrapado de manera natural en la tierra y el océano. Por tanto, si los ecosistemas terrestres y marinos se desequilibran, la cantidad de gases emitidos se multiplicaría exponencialmente. Y el calentamiento global sería irreversible, un hallazgo que le valió el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en 2014.

XLSemanal. Las olas de calor son cada vez más frecuentes, prolongadas y asfixiantes. ¿El cambio climático ya está aquí?

Chris Field. Esto es solo el principio. No olvidemos que frenar el calentamiento global no hace que la Tierra se enfríe. Como mucho, podemos aspirar a que la temperatura aumente a menor ritmo. Pero los incendios forestales, las inundaciones o las tormentas tropicales afectarán cada vez a más gente.

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POR QUÉ PASARÁ A LA HISTORIA
Los modelos de Field han permitido cuantificar el papel esencial de los ecosistemas en la cantidad de carbono que circula por la atmósfera. Y han demostrado cómo la vegetación participa en el control del clima, pues modifica la radiación solar que absorbe el planeta y la evaporación del agua.

XL.  ¿Estamos a tiempo de frenarlo?

C.F. Sí, pero estoy convencido de que ya es demasiado tarde para que el calentamiento no supere los 1,5 ºC sobre niveles preindustriales. Y vamos a tener que redoblar los esfuerzos si pretendemos pararlo antes de que llegue a 2 ºC.

XL. ¿Una diferencia de medio grado es tan importante?

C.F. Nos evitaría muchos de los peores riesgos asociados al cambio climático. Por encima de los 2 ºC, la naturaleza ya no podrá ayudarnos. La gran diferencia es que todavía tenemos opciones, pero podemos entrar en una era en la que dejemos de tenerlas.

XL. ¿Entonces no hemos pasado el punto de no retorno?

C.F. No. Pero no nos confiemos. Hay tres puntos de inflexión. Si los sobrepasamos, los océanos y la tierra seguirán lanzando gases de efecto invernadero a la atmósfera, aunque el hombre disminuya las emisiones. Y, por tanto, el calentamiento será imparable, al margen de lo que hagamos.

XL. ¿Cuáles son esos tres puntos de inflexión?

C.F. El primero es que se libere el carbono atrapado en los bosques tropicales. Grandes extensiones de la Amazonia se están secando. Esta va camino de convertirse en otro tipo de ecosistema, más parecido a una sabana.

'La inversión en la lucha contra el cambio climático debería ser igual al gasto militar'

XL. ¿Y el segundo?

C.F. Que se derrita el permafrost, la capa del subsuelo congelada en latitudes septentrionales. Y que contiene varias veces más carbono que todo el que se ha emitido ya a la atmósfera, además de metano.

XL. ¿Y el tercero?

C.F. Que el nivel de los océanos aumente por encima de los dos metros de altura en las próximas décadas. Si eso ocurre, la combinación de tormentas tropicales y mareas altas desencadenará situaciones catastróficas y obligará a movimientos masivos de población. La línea de la costa de muchos países quedará modificada. Muchos lugares del planeta ya están muy expuestos, como es el caso de Bangladés, islas del Pacífico... Pero, incluso si la subida es modesta, hay zonas que sufrirán, como la costa este de los Estados Unidos.

XL. Defina qué se considera una subida modesta.

C.F. En el mejor de los casos, hablamos de medio metro a lo largo del siglo. Pero siempre que el umbral de los 2 ºC no se sobrepase.

XL. ¿Hasta ese umbral nos podemos adaptar?

C.F. Sí, pero es mejor que no seamos demasiado optimistas sobre nuestra capacidad de adaptación. La buena noticia es que algunas de las medidas, como mejorar el aislamiento de las viviendas, contribuyen al desarrollo económico y al ahorro energético. Otras, sin embargo, requieren de inversiones colosales: construir diques, elevar los puentes y carreteras, habilitar zonas de enfriamiento para la población durante las olas de calor…

'La transición al vehículo eléctrico es el camino, pero en los países pobres seguiremos viendo coches que echan humo durante generaciones'

XL. Hay sectores productivos en países con climas fríos que esperan beneficiarse del cambio climático: Rusia, Canadá, las regiones cerealistas de los Estados Unidos…

C.F. Pero será un mundo más pobre, lleno de conflictos y con millones de desplazados; creo que el impacto negativo global arruinará cualquier expectativa de los que esperan beneficiarse en un ámbito local.

XL.  Pero hay estudios que señalan que estas zonas podrían incrementar hasta un 50 por ciento su PIB per cápita mientras que el resto del mundo perdería un 75 por ciento.

C.F. Son análisis que funcionan como si cada país fuese económicamente independiente del resto del mundo. El concepto de un beneficio para unos pocos es incorrecto.

XL. ¿Soluciones?

C.F. Los países ricos deberían ser mucho más ambiciosos a la hora de ayudar a los pobres a hacer la transición energética. Y que las inversiones para frenar el cambio climático tengan el mismo peso que, desde el punto de vista histórico, ha tenido el gasto militar.

XL. La guerra de Ucrania ha hecho que Europa aparque por el momento sus objetivos climáticos. Alemania abrió la veda reabriendo centrales de carbón…

C.F. La dependencia respecto a los países que exportan combustibles fósiles, sea petróleo o gas, es injusta y muy limitadora para el resto del mundo. La gran lección es que hay que diversificar la energía. Rusia no es un proveedor fiable.

XL. Europa ha declarado que tanto la energía nuclear como el gas natural se consideren verdes, ¿qué le parece?

C.F. No estamos seguros de cuál es el mix energético más fiable y asequible. Y varía según el país. De las centrales nucleares, la pregunta real es si pueden producir energía barata manteniendo la seguridad. En Estados Unidos no terminan de salir las cuentas. Francia parece que tiene más éxito. Esperemos haber aprendido de los accidentes del pasado. Pero creo que, en la mayor parte del mundo, la energía nuclear no puede ser competitiva y, a la vez, segura. Por lo menos en las próximas décadas.

'En la mayor parte del mundo, la energía nuclear no puede ser competitiva y, a la vez, segura. Por lo menos en las próximas décadas'

XL. ¿Y qué opina del gas natural?

C.F. Es una tecnología que entendemos mucho mejor. Y su adopción tiene un impacto inmediato. Las peores previsiones señalaban que íbamos hacia un calentamiento global de 4 ºC. De momento ya se han rebajado en un grado; no es suficiente, pero sustituir el carbón por gas ha contribuido.

XL. Europa prohibirá que se vendan vehículos de motor de combustión a partir de 2035

C.F. Muy bien. La transición al vehículo eléctrico es el camino, incluso en Estados Unidos, donde la gasolina es más barata. Pero en los países pobres seguiremos viendo coches que echan humo durante generaciones.

XL. El experto en energía Vaclav Smil sostiene que electrificar el transporte pesado o la producción de cemento y acero es un problema mayúsculo.

C.F. Tiene razón. El 20 por ciento de la energía que usamos es muy difícil de descarbonizar. Pero veamos el lado positivo: centrémonos, de momento, en el 80 por ciento restante. Y sigamos investigando.