Un ave imponente y sorprendente
Un ave imponente y sorprendente
Jueves, 14 de Noviembre 2024, 15:56h
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Se llama Ndagabar que, en el idioma del lugar donde vive, significa 'pelícano'. Vamos, que su dueño –si esa palabra procediese– no se molestó mucho en buscarle un nombre. Madiop Gueye, el pescador con el que vive, tampoco es que sea su dueño porque, evidentemente, el pájaro es más que autosuficiente, podría volar en cualquier momento y no volver. Pero no lo hace.
Desde hace cinco años vive con Madiop en Saint-Louis, una ciudad costera de Senegal de unos 250 mil habitantes. El pescador y el pelícano se conocieron trabajando. Cada uno pescaba lo suyo y para los suyos. Pero a medida que el pescador se retiraba del mar, el pájaro decidió alejarse con él... Madiop, de 62 años, cuenta que conoció a Ndagabar cuando era poco más que una cría y, desde entonces, están acostumbrados el uno al otro: el ave vive ahora apostada en su ventana y camina por el vecindario como un habitante más.
«Cuando tiene hambre va al río, pesca y regresa», explica Madiop, aunque reconoce que el pelícano también roba pescado a las vendedoras del mercado si tiene la oportunidad. Y mete también el pico en la comida de las cabras. Los vecinos del barrio no se lo recriminan porque ya lo consideran una mascota. Ahora, incluso llegan habitantes de otros barrios —y hasta turistas, dicen— para fotografiarse con él.
La relación de los pescadores con los pelícanos en esta región del planeta es muy estrecha. Aunque históricamente han competido por los peces y los humanos han sido la principal amenaza para esta majestuosa ave, sus vínculos también son extraordinarios. Hace unos meses se viralizaba un vídeo en el que un pescador abrazaba con cariño a un pelícano que se acercaba a saludarlo, como si fuese su perro. Y eso que el pelícano es un animal grande, muy grande.
Algunas ejemplares alcanzan los 180 centímetros de altura, los 13 kilos de peso y una envergadura de 3 metros con sus alas extendidas. Los pelícanos, que viven entre 15 y 25 años, son grandes pescadores y animales muy sociables: viven en comunidad, forman grandes colonias y se congregan habitualmente en torno a una misma isla. Son, además, monógamos, al menos durante el periodo que dura la cría. Después de copular –el acto dura solo entre 7 y 14 segundos– siguen juntos hasta que los huevos eclosionan y ambos progenitores se ocupan por igual de la protección del nido y del cuidado de la prole.
Ndagabar no es el primer pelícano que se hace famoso. En los años 60, un pescador de Mykonos se encontró con un pelícano herido y decidió cuidarlo. Cuando el animal se curó, el pescador quiso devolverlo a su hábitat. Pero en lugar de echar a volar y proseguir con su vida, el pelícano decidió que Mykonos sería su nuevo hogar. Y a los habitantes de la isla les pareció un agradable nuevo vecino y le pusieron nombre: Petros. El pelícano alcanzó tal fama que se 'codeaba' con otras celebridades que visitaban Mykonos, como atestiguan sus fotos con Jackie Onassis. Petros murió en los 70, pero hay turistas que todavía lo buscan por las calles de la isla griega.