¿Qué alimentos se pueden congelar y cuáles no?, ¿puedo meter un táper caliente en la nevera?

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

Las carnes rojas, por su contenido en grasa, suelen durar entre dos y cuatro meses.
Las carnes rojas, por su contenido en grasa, suelen durar entre dos y cuatro meses.

El tiempo que pueden permanecer en el electrodoméstico varía según el tipo de comida

25 ago 2025 . Actualizado a las 10:34 h.

Una buena forma de conservar los alimentos y reducir el desperdicio es optar por la congelación. Pero el proceso tiene sus claves. Existen algunas comidas con las que no se aconseja llevar a cabo esta práctica y, en aquellas en las que sí, es importante hacerlo correctamente. Tanto a la hora de meterlos dentro del congelador, como a la hora de retirarlos para cocinarlos. Ana Gómez Longueira, miembro del Colexio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Galicia (Codinugal), indica que «se podrían congelar casi todos los alimentos», si bien, pone un matiz: «Siempre que se encuentren en buen estado, ya que la congelación no es una reparación, sino un método de conservación».

Entre las excepciones que engloba ese «casi», la experta enumera «las verduras que tienen mucha agua, como por ejemplo el pepino, el tomate fresco e incluso la lechuga, por el hecho de que en la descongelación se pueden ver afectadas, por la textura y las propiedades organolépticas del alimento». También menciona los huevos enteros frescos: «Al congelarlos, existe un cambio de presión, se hinchan. Tienden a romperse porque la cáscara, como sabemos, es muy frágil».

Además, lácteos como el yogur, el queso fresco o la nata, tampoco es aconsejable que vayan al congelador. «El yogur contiene agua y proteínas lácteas. Cuando lo congelas, se forman cristales de hielo grandes. Y al descongelarlo, se separan en fases: por un lado el suero líquido y, por el otro, los grumos de proteína. Se pierde la textura del alimento», sostiene.

Cómo congelar de forma correcta

Gómez da una serie de instrucciones para que el proceso de congelación sea óptimo. El primero, dividir. «Separar en raciones, ya que así evitas la pérdida alimentaria. Una directriz importante es que una vez descongelas el alimento, o se cocina o se desperdicia, no se puede volver a congelar», explica la dietista-nutricionista. También cortar el alimento en caso de que fuese necesario, como por ejemplo, con unos champiñones. «Es mejor congelarlos laminados y no enteros, para que sea más fácil el proceso de congelación y no se pierda la textura».

La comida debe ir bien protegida frente a la fuente de frío. «El film transparente y el papel de aluminio pueden ser una primera protección del alimento, pero también es recomendable guardarlo en un envase hermético, así se evitan las quemaduras por congelación. Al final, el foco de atención es que no pierda sus propiedades frescas». Como segunda medida, recomienda un táper y, a la hora de escoger entre uno plástico o de cristal, aunque dice que lo ideal es la segunda opción, no descarta la primera.

«Suelo aconsejar que, si optamos por el plástico, que sea de buena calidad. También intentar renovarlos a medio o corto plazo porque, tras su uso y los lavados, sí pueden soltar microplásticos que acabarían pasando a los alimentos». Asimismo, no todos son aptos para ir al congelador. Por eso, propone fijarse en los símbolos, ya que no todos tienen los mismos usos. El fundamental es el de un vaso y tenedor, que indican que el recipiente es apto para guardar alimentos; mientras que el copo de nieve revela que es apto para el congelador. Además, unas rayas onduladas horizontales expresan que puede resistir a las temperaturas del microondas. «Y deberían aparecer tanto en los que están hechos de plástico como en los de cristal. Realmente, mientras sea un material de calidad y los renovemos con asiduidad, no debería de haber ningún problema de migración de sustancias a los alimentos.

Cuánto tiempo puede estar un táper en el congelador

Un recipiente puede estar congelador durante meses, dependiendo del alimento que contenga. «Lo ideal es etiquetarlo con la fecha en la que lo introducimos. De esta forma, no nos olvidamos cuando lo hemos metido», avanza Gómez. La temperatura de un electrodoméstico de este tipo suele rondar los -18 ºC o menos, garantizando la mejor conservación.

«Las carnes rojas y pescados grasos, debido a su contenido en grada, suelen durar menos en el congelador. Empeoran antes por la oxidación de las grasas», sostiene la dietista-nutricionista. Concretamente, entre dos y cuatro meses. Si se trata de carnes y pescados blancos, como tienen un menor porcentaje, «van a durar más, incluso entre nueve y doce meses».

María Pedreda

En cuanto a las frutas y las verduras, «pueden congelarse entre ocho y doce meses, exceptuando aquellas con un alto porcentaje de agua». Si se trata de platos caseros o guisos, el tiempo se reduce. «También suelen contener grasa, el aceite que utilizamos para cocinar, por lo que duran entre dos y tres meses», añade Gómez. Estos últimos no deben introducirse en el congelador recién preparados, calientes. «Debemos esperar, como mínimo, una hora a temperatura ambiente, con las tapas del recipiente abiertas. Al igual que también se debe esperar para meterlo en la nevera», remarca. No seguir esta instrucción puede tener consecuencias en el alimento y en el electrodoméstico. «Puede verse modificada su temperatura al introducir ese recipiente caliente». Además, se forma vapor de agua, condensación, «influyendo en el alimento, que se vuelve más húmedo y pudiendo derivar en un mayor crecimiento bacteriano».

Cómo descongelar

La forma más segura para descongelar un alimento es en cadena. «Del congelador al frigo y después, afuera». Con todo, la propia Gómez confiesa que una práctica muy extendida es pasar de tres a dos pasos: directamente a temperatura ambiente. «Pero así nos estamos saltado un paso muy importante para evitar la proliferación de bacterias». Las capas exteriores del alimento se descongelan más rápido que el interior, creando una zona ideal de crecimiento bacteriano que puede derivar en una intoxicación, sobre todo, si no se cocina correctamente. Así, Gómez aconseja planificar la comida el día anterior y dejar el táper congelado en el frigorífico para se encuentre listo al día siguiente.

Si no se dispone de tiempo, se puede recurrir al modo de descongelación del microondas, adaptándolo al tipo de alimento, «ya que no es lo mismo un trozo de pan que uno de carne». Al igual que se debe tener precaución de no acabar cocinando los alimentos parcialmente. También se puede descongelar en agua fría, sumergiendo el recipiente o la bolsa a prueba de fugas en el agua, cambiando esta última cada treinta minutos. Eso sí, nunca se puede volver a congelar un producto descongelado.

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.