Rutina cavernícola: así es la nueva tendencia viral que «puede cargarse tu piel», según una dermatóloga
ESTILO DE VIDA

La última moda en TikTok consiste en no aplicar ningún producto cosmético ni agua en la cara
04 jun 2025 . Actualizado a las 16:58 h.Dejar que la piel se regenere sola sin aplicar ningún tipo de producto cosmético en la cara. Ese es el fin de la nueva tendencia de skincare que se está dando en redes sociales, conocido como «método cavernícola». Puede considerarse una variante de la moda no poo (sin champú, en inglés) que se dio hace un tiempo, que consistía en no usar jabón para lavarse el pelo (aunque en este caso, sí se permitía el agua). Pero, ¿tiene sentido esta rutina de belleza?
Según la doctora Ana Molina, dermatóloga del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la Academia de Dermatología y divulgadora científica, «lo más extremo de esta rutina es no lavar el rostro ni siquiera con agua». El método se ha popularizado por la influencer Tia Zakher y es peligroso por abandonar la higiene facial.
Por qué la rutina cavernícola puede tener consecuencias en nuestra piel
«Incluso si utilizara simplemente agua, no se conseguirían retirar todos los restos de suciedad, algo imprescindible, ya que se van acumulando restos de células muertas —nuestra piel se renueva todos los días— sudor y sebo. Los productos limpiadores nos ayudan a retirar esta suciedad, al igual que los metales pesados, partículas y productos de combustión que hay en el aire y especialmente en las ciudades», expresa.
La deposición de todos estos residuos en la piel tiene consecuencias a nivel dermatológico: «Altera la microbiota cutánea, favorece la proliferación bacteriana, las irritaciones, las infecciones, los brotes de acné (por más que probable oclusión de los poros debido al acúmulo de sebo e impurezas), acelera el envejecimiento y también produce dermatosis neglecta o (o terra firma-forme), que es cuando se acumulan células muertas y suciedad que forman placas o áreas de porquería con un aspecto terroso, por no hablar del mal olor producido por las bacterias». Además, también dejan de existir los beneficios de los cosméticos que «ayudan a combatir el envejecimiento y tener una mejor piel».
Por eso, la dermatóloga remarca que este tipo de rutina no tiene ningún sentido llevarla a cabo. «Es verdad que si una persona es joven y no tiene problemas de piel no va a ser dramático a largo plazo, al fin y al cabo los hombres durante mucho tiempo no han seguido una rutina de cuidado, pero al menos se limpiaban la cara con agua (y a veces jabón), pero sí podría tener los efectos secundarios mencionados».
La influencer defiende este método porque dice que la piel se equilibra de forma natural. En este sentido, Molina concuerda, «ya que sí se acostumbra al ambiente en el que estamos; es muy inteligente». Pero no todas las pieles son iguales y algunas tienen necesidades específicas. «Hay patologías como dermatosis seborreica, acné o rosácea, donde la rutina de skincare nos asegura una serie de principios activos que nos ayudan a controlarlas. Si siguiéramos el método cavernícola en ese caso, podríamos tener muchos más brotes e infecciones».
¿Y si limpiamos el rostro solo con agua? Tampoco es suficiente. «Siempre pongo el ejemplo de los platos. ¿Los lavarías solo con esta? No, porque la grasa y la suciedad quedarían adheridas. Lo mismo sucede con la piel: por sí sola no elimina de forma eficaz el sebo, los residuos de maquillaje, los contaminantes ambientales, ni el protector solar», argumenta.
Cómo es la rutina perfecta para nuestra piel
Conocidos los riesgos de esta nueva tendencia, ¿cómo debe ser nuestra rutina facial? Molina la define en una palabra: minimalista. «Los dermatólogos defendemos una en cuatro pasos: limpieza facial, hidratación, protección solar y transformación», avanza.
Para el primero debe utilizarse un limpiador suave respetuoso con la barrera cutánea, por la mañana y por la noche. «Si nos maquillamos o vivimos en climas contaminados es perfecta la doble limpieza, ya que el agua con jabón retira la suciedad liposoluble (como restos de maquillaje o contaminación)», sostiene la doctora. Además, ayuda a que se absorban mejor el resto de productos.
El segundo paso es la hidratación. «Si además incluimos activos antienvejecimiento como la antioxidante vitamina C o la niacinamida, aún mejor», amplía.
Si la rutina implica empezar el día, Molina recomienda aplicar protección solar de amplio espectro que combata la radiación UVA, UVB, infrarrojos y luz visible; mientras que si es de noche, es el momento perfecto para utilizar productos de transformación. «Retinoides o alfahidroxiácidos para favorecer la exfoliación de células muertes y que la piel se renueve mejor, lo que se traduce en menos manchas, arrugas, etcétera», concluye la experta.