Pedro Guillén, el traumatólogo que opera rodillas que valen millones: «Quitar un menisco es cometer un meniscocidio»

Lucía Cancela
Lucía Cancela LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

El doctor Pedro Guillén, en su clínica CEMTRO.
El doctor Pedro Guillén, en su clínica CEMTRO.

El especialista ha operado a grandes personalidades del mundo del deporte o de la política

22 may 2025 . Actualizado a las 16:11 h.

Pedro Guillén (Archena, Murcia, 1938), traumatólogo, ha hecho 36.000 artroscopias, «pero rodillas habré operado muchas más», apunta. Mismamente, la mañana del día de la entrevista la invirtió en tres operaciones. Los números los conoce a ciencia cierta. Cuenta que consultó el «último libro de artroscopias» antes de hablar con La Voz de la Salud.

Ha trabajado tanto esta articulación —y otras— que no sabe si podría hacer otra cosa en la vida. 86 años y todavía en activo, es uno de los mayores expertos en Medicina y Traumatología Deportiva del mundo. «Cada vez que estoy en quirófano y veo una rodilla, aprendo mucho de ella», dice. 

Por sus manos han pasado los mejores de cada ámbito. Diego Armando Maradona, Sabonis, Cecilio Alonso, Hugo Sánchez, la Quinta del Buitre, Luis Aragonés, Del Bosque y hasta Cristiano Ronaldo. Y otros tantos políticos, toreros, premios Nobel y hasta presidentes de gobierno. En 1977 introdujo la técnica de la artroscopia en España y en 1998, creó la clínica CEMTRO, reconocida por el Comité Olímpico Español. 

—Ha intervenido rodillas que valen millones. ¿Sintió mucha responsabilidad?

—Para mí, el que está en la camilla es mi problema. Y el afán por curarle, sea de este color o del otro, o sea de esta situación privilegiada o no, es el mismo. Ay del médico que no sea así… Yo he tenido la suerte de recorrer toda la escala social y me he entregado igual a unos que otros. El problema que se plantea en el mundo del deporte es que te dicen: «Doctor, ¿y cuándo va a volver a jugar?». Y resulta que el paciente acaba de salir, tiene que cicatrizar y su biología tiene que ayudarle; sin embargo, te exigen que digas un tiempo cuando no dominas la biología del enfermo para decirlo. 

—Su pasión por la rodilla se extiende hasta el punto de que tiene una meniscoteca. ¿Cuántos meniscos guarda?

—Esto nació, porque cuando yo empiezo, todo el mundo quitaba los meniscos. Nosotros, en concreto, comenzamos retirando los meniscos en mineros y nos dábamos cuenta de que no se incorporaban, y vivían con dolor. Nos dimos cuenta de que esto era muy malo y luego el planteamiento cambió. Sin embargo, hice una meniscoteca, y tengo sobre metacrilato 124 tipos diferentes de rotura del menisco. Es la única meniscoteca que existe en el mundo. Y lejos de lo que se pueda pensar, no era una frivolidad cienciana. La hice porque yo quería saber qué signos tenía esa rodilla según la rotura. Por ejemplo, yo estudiaba la historia completa de cada menisco, cómo se había producido la lesión y cómo llegábamos al diagnóstico. Así sabía que cuando hay una asa de cubo, por ejemplo, la rodilla está bloqueada. Me permiten reconocer según la rotura, el signo del paciente. 

—¿Qué es la rodilla?

—Es una articulación intermedia en el miembro inferior que no es congruente, es decir, que los extremos óseos no se coaptan y que solo se mantienen debido a partes blandas que las sujetan, que son los ligamentos, la cápsula, los meniscos y tendones. Gracias a ellos, esa articulación, esos dos extremos óseos contactan. De ahí que sea una articulación que se lesiona frecuentemente, y además es grave. Por tanto, una articulación intermedia larga, fuerte y que soporta carga, eso hace que la articulación sea vulnerable.

—Dice que saber escuchar a las rodillas es clave, la genofonía. ¿De qué forma?

—Eso es muy importante. Cuando nosotros hablamos de genofonía, yo ponía en lenguaje cada una de esas estructuras. Por ejemplo, si el menisco se rompe nunca va a dar sangre. Es decir, su expresión, su palabra será, derrame. Estará hinchada, pero no habrá sangre, porque no tiene esta parte. Sin embargo, si se rompe la sinovial o se rompe un ligamento, sí la habrá. Si es un hueso, la articulación se deforma; y cuando es el cartílago, da lugar a una artrosis. Es decir, cada estructura tiene una respuesta, una voz o un reclamo que te puede llevar al diagnóstico. Por tanto, el lenguaje de esa rodilla va a depender de todas las estructuras que hay. Y tú tienes que saber que la artrosis te da dolor y fijación, el menisco te da bloqueo y dolor pero no sangre, y el ligamento te da sangre e inestabilidad.

—¿Qué papel juega el líquido sinovial?

—Todas las articulaciones tienen una membrana sinovial, que se encarga de producir un lubricante que es el líquido sinovial. Es una sustancia muy aceitosa que cuando contiene las propiedades adecuadas hace que la fricción entre los extremos sea casi de cero. 

—En su libro señala que «el juego articular mantiene con buena salud el cartílago articular y por ende de todas las articulaciones». La articulación que no se mueve, ¿está peor?

—Claro. Es decir, una inmovilidad, una articulación que no se mueve significa que las funciones de la membrana sinovial y del cartílago se han anulado. Desaparecen las capacidades que tiene para producir una viscosidad determinada, ya que las capas más superficiales del cartílago se van a alimentar del contenido del líquido sinovial. Y si ese líquido sinovial, por lo que sea, cambia de cantidad y de composición, es un elemento que no lubrica y no alimenta.

—Es decir, que ese tejido tiene que soportar carga sí o sí. 

—Exacto. Yo le llamo el tejido blanco. Blanco porque no tiene vasos, no tiene nervios y no tiene linfáticos. No podría tenerlos porque como su función es la carga, si tuviera vasos, al cargarlo dejaría de faltar riego y entonces sería un desastre. Estamos muy bien fabricados. Y esa presión que hace sobre el cartílago, lo deforma y cuando cede la presión recupera la forma anterior. Es por impregnación cómo el líquido sinovial penetra entre los agujeritos, porque ahí no hay vasos, ni hay nervios, ni linfáticos. Por lo tanto, jamás se va a restablecer un cartílago roto, puesto que no tiene los factores de la sangre que serían los factores estimuladores de la curación. No se cura un menisco roto y no se cura el cartílago por ser zonas sin vascularización.

—La rodilla es una de las articulaciones que presenta un mayor número de lesiones en algún momento u otro de la vida. ¿Por qué cree que sucede?

—Porque es una articulación incongruente. Es estable gracias a los elementos blandos, pero si a usted le fallan los elementos de ligamento del cartílago o menisco, ya tiene una articulación dañada. De hecho, es la articulación que con más frecuencia se daña; ya ha desplazado al tendón de Aquiles. Y, además, porque actúa con carga y está soportando peso, y el impacto es dañino para la articulación. Es decir, si usted pesa 60 kilos, cuando da el paso caminando, su peso se multiplica por tres, lo que son 180 kilos en cada paso. Si eso lo hace usted cayendo en salto, puede llegar a ser hasta de 300 o 400 kilos. Por tanto, todos esos ejercicios son dañinos para la rodilla. Ahí tiene usted cerca a una gran mujer que hace triple salto, Ana Peleteiro, a la que yo tengo un enorme cariño. Es una grande de España como deportista. Poca gente puede tener su palmarés. Pues en ese salto, el ejercicio de la caída debe soportar aproximadamente unos 500 o 600 kilos.

—¿Y cómo es posible que no se rompa?

—Porque hay muchas estructuras que ayudan. Músculos, tendones, ligamentos, cápsula. Pero ese gran esfuerzo, estas articulaciones con este daño, hace que con los años pasen factura.

—¿Existen hábitos que podamos tener de pequeños para tener unas rodillas sanas de mayores?

—La mejor forma de alargar la vida es no hacer nada para acortarla. Punto. Eso le vale porque come mucho y está gordo, o porque come poco y está muy delgado debido a que hace mucho deporte. ¿Usted cree que una articulación de un deportista, pongamos del Deportivo o del Celta, con esos golpes que se dan cada día durante 20 años, no tendrá problemas a sus 60? El deporte de élite, en el buen sentido de la palabra, es malo para la articulación. Sin embargo, le voy a contar una cosa que le va a hacer gracia. ¿A que no conoce a nadie que tenga una prótesis de tobillo?

—La verdad es que no. 

—Claro. Y seguro que conoce a gente con prótesis de rodilla y cadera. Eso es un tema que a mí me preocupa mucho. Los deportistas de élite que yo operé hace 30 o 20 años, como Valerón, que es de ahí, o muchos otros, tiempo después les he puesto prótesis. Creo que el cartílago del tobillo tiene una tolerancia mayor en el ser humano que la rodilla y la cadera, porque soporta la carga y el paso y el salto igual que la rodilla y la cadera de un atleta. Pero casi nunca tiene un problema en el tobillo, lo tiene en cadera y rodilla. ¿Por qué? Porque creo que el cartílago del tobillo tiene una configuración más resistente que los otros. El que menos tolera es la cadera, peor que la rodilla

—¿Las rodillas de un deportista están peor cuidadas?

—No, están más estresadas. Fíjese. Los tenistas o los futbolistas juegan este fin de semana en un sitio; y a la otra semana, en otro. Y de repente juegan dos veces en una misma semana. Está claro que el deporte es un espectáculo y que se les trata de maravilla. Ya quisiéramos ser tratados como a un futbolista. Para mí, deportistas como Ana Peleteiro, Valerón, Hugo Sánchez tienen un gran talento deportivo, pero luego el esfuerzo mecánico tan grande que hacen a sus articulaciones, hacen que tengan más problemas. El rey del deporte es el contacto. Un tenista puede estar respondiendo bien o mal, pero el deporte de contacto como es el fútbol, u otros mayores como el boxeo, son disciplinas muy agresivas. Y el fútbol de hoy tiene mucha fiereza. Los jugadores saben que no van a dominar la pelota pero entran para molestar al otro y que no la domine.

—¿El deterioro de la rodilla se puede prever? Por ejemplo, el exfutbolista Gabriel Batistuta, que sufrió fuertes dolores de rodilla, incluso le pidió a su médico que la amputara las rodillas, que la amputara las piernas.

—Si a ese le han operado la rodilla y le han quitado el menisco, han hecho un meniscocidio. Porque han quitado un cojinete que hace congruente una cara convexa, que es el fémur, con un plano que es el platillo tibial, y eso no tiene solución. Nosotros estamos produciendo artrosis intencionada en ratas, quitándoles el menisco. Es decir, si yo quito un cojinete esencial para una función biomecánica, voy a tener una espina irritativa, que es la causa de la artrosis. Entonces, a estos chicos, y no solo a Batistuta, sino a muchos otros, les han quitado el menisco, y eso es un meniscocidio. Es crear una incongruencia súbita que no tiene solución. Es una artrosis secundaria, seguro.

—¿Correr daña las rodillas?

—Sí. Mire, en 1985 escribí lo siguiente: «Durante siglos era la reina del tendón de Aquiles. Pero por el jogging, que es la carrera a pie, en alza hoy, sea probablemente la culpable de la gran cantidad de lesiones de la rodilla. Además de esta frecuencia, tiene otra particularidad que es la gravedad». Por tanto, sí, sin duda, que la carrera a pie es responsable de muchas lesiones que hay en la rodilla, porque hace giros. A mí me enseñaron la rodilla los mineros. Trabajando ya en Mapfre, estaban aseguradas las minas de Oviedo y también de León, y venían sus trabajadores. El minero es el que se ha roto la rodilla porque trabaja en cuclillas y gira. En ese giro de incorporarse desde las cuclillas hacia arriba, en esa flexoextensión forzada, rompe el menisco. Ellos me enseñaron a mí cómo, y empecé haciéndolo la meniscectomía total, que era un meniscocidio. Yo tengo una meniscoteca, que acabó su función en el año 83. Eran meniscos enteros, y me di cuenta enseguida que desarrollaban artrosis. Por eso, no podíamos seguir haciendo lo que yo había aprendido de los libros y nos fuimos a respetar al menisco, que fue gracias a la artroscopia. Es decir, pasamos a extirpar el fragmento roto, regularizamos el menisco, pero no lo quitabas.

—¿Cuál es la lesión más grave de rodilla?

—La más grave de todas son las fracturas. Porque se rompe el hueso y entonces eso o lo recompones o ya está perdido. Dejando a un lado las fracturas que es la más grave de todas, quedan los ligamentos. El ligamento cruzando anterior, y después el menisco. Quitando las fracturas, la lesión más grave es la luxación de rodilla. Es decir, que se separan los extremos porque ha habido una rotura de los ligamentos que coaptan el fémur y la tibia. Esa es la luxación de rodilla, la más grave lesión después de la fractura. 

Lucía Cancela
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Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.