El cannabis medicinal llega a la sanidad española, aprobado el decreto que lo regulará

EL BOTIQUÍN

Su uso se limitará a formulaciones magistrales que sean preparados en farmacia hospitalaria y para determinadas patologías

07 oct 2025 . Actualizado a las 17:23 h.

El cannabis medicinal llega a la sanidad española. El Consejo de Ministros dio luz verde este martes al real decreto que permitirá el uso de las propiedades del cannabis —incluidos los psicoactivos— en determinados pacientes. No obstante, será una regulación estricta, limitada a la atención hospitalaria a través de formulaciones elaboradas por la farmacia hospitalaria. La atención primaria queda excluida, por lo que no podrá prescribir estos tratamientos. Por si quedase alguna duda, el texto lo deja claro, en ningún caso esta aprobación permitirá la prescripción legal de cannabis para ser fumado conforme a su tradicional uso 'recreativo'.

Por tanto, nada tendrán que ver estos nuevos usos como producto sanitario con los que están regulados en otros países como Estados Unidos, donde es habitual la dispensación en establecimientos privados para su consumo de todo tipo. «La norma regula la prescripción, elaboración, dispensación y uso de fórmulas magistrales tipificadas de preparados estandarizados de cannabis, y establece un procedimiento de evaluación e inscripción en un registro específico para estos preparados, garantizando su calidad. Esta norma se articula de manera que puedan ir incorporándose las mejoras necesarias para dar respuesta a las necesidades de los pacientes a partir de la evaluación de su implantación desde su inicio», explica el Ministerio de Sanidad, por lo que sus aplicaciones en diferentes cuadros clínicos podrían ampliarse conforme aparezca nueva evidencia científica que avale su uso.

Patologías que se beneficiarán

El texto incluye una lista acotada de patologías para las que la literatura científica avala su uso, basándose en la ausencia de otros principios activos que aporten los beneficios terapéutico del cannabis y sus extractos. El listado de enfermedades y sintomatología que se mencionan desde el Ministerio, siempre abierto a nuevos descubrimientos avalados por la evidencia, es la siguiente.

  1. Esclerosis múltiple: la rigidez y espasmos musculares asociados a la esclerosis múltiple son susceptibles del uso de cannabis medicinal. 
  2. Epilepsia refractaria: existen ciertos tipos de epilepsia resistentes a otros fármacos. Para estos casos, el Ministerio avala el uso de cannabis medicinal. Ya se estaba empleando el CBD —compuesto no psicoactivo del cannabis— en este tipo de pacientes. 
  3. Tratamientos quimioterápicos: en casos de náuseas y vómitos por la toxicidad de tratamientos de quimioterapia, también se avala su uso. 
  4. Dolor crónico: el uso de cannabis medicinal está indicado en cuadros de dolor resistente que no mejora con los tratamientos habituales de analgesia. 

Desde la farmacia hospitalaria, previo aprobación por parte de AEMPS

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) jugará ahora un papel clave en el proceso, delimitando, como órgano competente, los usos adecuados de los medicamentos que surjan del cannabis a través de formulaciones magistrales realizadas en las farmacias de los hospitales españoles. «La AEMPS publicará la monografía en el Formulario Nacional para las fórmulas magistrales tipificadas de preparados estandarizados de cannabis. La monografía incluirá la acción e indicaciones legalmente reconocidas para estos medicamentos», indican desde Sanidad. Se espera que el documento esté listo en un plazo de tres meses, aunque fuentes de AEMPS consultadas por La Voz de la Salud confirman que la documentación «está ya muy avanzada» y sugieren que estará lista «en las próximas semanas». Serán los servicios farmacéuticos hospitalarios los únicos con capacidad para su elaboración y disposición. Del mismo modo, jugarán un papel esencial en la atención y el seguimiento integral del paciente. 

Del mismo modo, el Gobierno exigirá a los laboratorios de los preparados normalizados, además del cumplimiento de las normas europeas de correcta fabricación de medicamentos, el «cumplimiento de buenas prácticas de distribución por parte de sus proveedores, auditarlos regularmente y documentar la cadena de suministro de cada material de partida». Solo podrán suministrar estos preparados a servicios de farmacia hospitalaria o para exportación. No está contemplado en ningún caso que estos productos lleguen al ciudadano de a pie.

Cannabis: CBD y THC

Las propiedades de los nuevos fármacos cannabinoides que pasarán a formar parte de la actividad hospitalaria en España obtienen sus propiedades de los dos principios activos que contiene el cannabis: el THC —con efectos psicoactivos— y el CBD, sin estas propiedades psicoactivas —en definitiva, no 'coloca'— y ya ampliamente empleado y distribuido en España. El uso del CBD es habitual en productos cosméticos, pero también es consumido, dada la facilidad para obtenerlo en negocios, para usos de todo tipo fuera de sus indicaciones. Estos productos aprovechan la reputación del CBD como componente con efectos terapéuticos a nivel comercial, pero los efectos de una bebida con CBD en el organismo no están demostrados. «Cuando comercializas un producto como complemento alimentario, o como algo cosmético, no tiene necesariamente investigación detrás que diga cuáles son sus beneficios y sus riesgos, pero probablemente beneficios tenga pocos, porque la dosis es muy baja; si no, no se podría vender. Y probablemente eso implique que los riesgos sean bajos», explica Hugo López, especialista en psiquiatría e investigador clínico en el Hospital Clínic de Barcelona. «Cuando se administra como medicamento, se da en dosis mucho más altas de las que podemos ver en los productos de todas estas tiendas de la calle que trabajan con concentraciones muy bajas y, probablemente, no son eficaces. Lo que están vendiendo es cosmética, suplemento alimentario y poco más. No son medicamentos», subraya el psiquiatra.

La planta de cannabis contiene más de 80 sustancias químicas, entre las cuales destacan, por su concentración, el THC (tetrahidrocannabinol), que sí tiene propiedades psicoactivas. El uso de estas, es la gran novedad de la norma. «El cannabis funciona en nuestro organismo porque nosotros tenemos un cannabinoide endógeno, es decir, una sustancia que segregamos nosotros, que es la anandamida, un neurotransmisor que, cuando tenemos procesos de dolor o inflamatorios, lo segregamos naturalmente. Y lo que hace el cannabis es aprovechar los receptores de la sustancia para acoplarse y funcionar en nuestro organismo», explica Antonio Cervero, psicólogo sanitario, docente e investigador del Departamento de Psicología en la Universidad de Oviedo, que añade: «El sistema de los cannabinoides es uno de los más complejos que hay en el cerebro y está presente en casi todas las neuronas. Actúa controlando al resto de neurotransmisores y tiene efectos indirectos sobre los otros neurotransmisores. Por eso, también se propone como tratamiento coadyuvante como en la epilepsia. Porque actúa a nivel presináptico, a diferencia de otros neurotransmisores, que actúan a nivel postsináptico, lo que hace que sea un buen regulador de las neuronas».

«El decreto también crea un registro público, gestionado por la AEMPS, en el que deberán inscribirse todos los preparados estandarizados de cannabis que se utilicen para elaborar fórmulas magistrales. Estos productos deberán tener una composición definida en THC y/o CBD, cumpliendo con exigentes requisitos de fabricación, trazabilidad y calidad, y estando sujetos a fiscalización adicional cuando contengan más del 0,2% de THC», advierten desde el Ministerio de Sanidad. 

Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.