Dolores Álvarez, jefa de oftalmología del CHUF: «El primer signo de envejecimiento ocular es la presbicia»

ENFERMEDADES

La especialista en la salud visual explica cómo prevenir el deterioro prematuro de la vista
25 ago 2025 . Actualizado a las 14:23 h.Problemas para leer la letra pequeña, dificultad para ver de noche, ojos secos u objetos que se mezclan con los fondos. Todos ellos síntomas de que la salud ocular se puede estar viendo afectada por la edad. Aunque el paso del tiempo sea inevitable, los hábitos de vida pueden ayudar a cuidar la vista. Dolores Álvarez, jefa de oftalmología del Complexo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF), da las claves para prevenir problemas oculares, especialmente en verano, donde el agua y la radiación solar pueden incrementar el riesgo.
—¿Cómo es el envejecimiento de los ojos?
—Los distintos tejidos que conforman nuestros ojos envejecen como el resto del cuerpo. Por un lado, disminuye la eliminación de restos celulares, como ocurre en la degeneración macular seca, y la multiplicación y regeneración celular se hacen más lentas, con el resultado de laxitud y flacidez que podemos apreciar en los párpados.
—¿Cómo influyen los hábitos de vida en nuestra salud ocular?
—Ya se ha demostrado que permanecer en espacios cerrados y mirando objetos próximos incrementa las dioptrías oculares, haciendo que nuestros niños se hagan miopes. El ojo se acomoda para conseguir una visión próxima con el menor esfuerzo posible. Los ojos en crecimiento, los de los niños, deberían mirar al infinito, en oftalmología decimos que más lejos de cinco metros, y durante mucho más tiempo de lo que lo hacen. Eso se ha perdido en nuestra sociedad. Permanecemos demasiado tiempo en espacios cerrados. Además, el aire acondicionado y la calefacción también resecan nuestros ojos y no ayudan.
—Dice que no debemos pasar mucho tiempo mirando objetos próximos, y estamos mirando gran parte del día una pantalla.
—Sí. Las radiaciones tanto del sol como de las pantallas son nocivas para nuestros ojos. A ello hay que añadir que cuando miramos fijamente algo parpadeamos menos y el déficit de parpadeo daña nuestras córneas. Las deja más secas, con un epitelio más vulnerable a las agresiones.
—¿Podemos retrasar el envejecimiento ocular?
—Una alimentación rica en antioxidantes como la luteína y zeaxantina, que son carotenoides presentes en la mácula, y se encuentran en frutas y verduras de colores, en minerales como el zinc y el magnesio, y pasar más horas al aire libre, retrasarán los signos de envejecimiento en nuestros ojos.
—¿La visión ocular se debe cuidar específicamente en verano?
—En verano se incrementa la vida al aire libre, y eso es bueno, pero surgen otros problemas como el cloro de las piscinas, los protozoos presentes en las aguas estancadas, la radiación solar más elevada, y los traumatismos que aumentan con el deporte. La radiación solar incrementa la opacificación del cristalino, o sea la catarata. Con el tiempo todos acabaremos teniéndolas. Quizá sea el signo más importante de la vejez ocular. La radiación solar no es la única causa, pero contribuye. El uso de gafas con filtro UVA elevado y la práctica de deportes con gafas protectoras de metacrilato ayudarían a disminuirlas. Las personas que usan lentillas de contacto, en verano las usan más horas aún. Con el calor deberían ser aún más cuidadosos con la limpieza y el recambio de las mismas y no olvidarse del lavado y desinfección de los estuches de las mismas, ya que pueden ser un reservorio importante de agentes infecciosos y ocasionar serios problemas.
—¿Cuál es la primera huella del envejecimiento ocular?
—El primer signo es la presbicia, es decir, la necesidad de usar gafas para leer. Nuestro cristalino empieza a ser incapaz de deformarse lo suficiente para enfocar lo que queremos leer. Tras ello, como ya he adelantado, la catarata, que es la pérdida de transparencia del cristalino, es la patología que todos sufriremos si vivimos lo suficiente. En los últimos años el ojo seco y la degeneración macular han cobrado una gran importancia.
—¿Existe una edad clave a partir de la cual aparezcan más problemas?
—Es muy difícil poner una edad, pero podríamos decir que los 65 años podrían marcar una especie de frontera.
—¿Qué enfermedades de la visión se relacionan con este envejecimiento?
—El ojo seco, que se manifiesta cada vez en personas más jóvenes —en la cuarta década de la vida—, las malposiciones palpebrales, la catarata y la degeneración macular asociada a la edad, con una incidencia del 25 % en mayores de 65 años. No podemos olvidarnos del glaucoma, de inicio en la cuarta década de la vida, de evolución progresiva, con mayores manifestaciones a partir de los sesenta o setenta años.
—¿Por qué es más frecuente que la miopía aparezca a edades más tempranas y la hipermetropía se vuelva más común en personas de edades mayores?
—Aunque existen distintos tipos de miopía y hipermetropía, normalmente nos referimos a las que son consecuencia de la longitud del globo ocular. Un ojo grande o largo es un ojo miope y uno corto es hipermétrope. El miope ve mal de lejos y no tiene capacidad por sí mismo de corregirlo. En cambio, de cerca puede leer sin esfuerzo. El ojo hipermétrope puede ver bien de lejos y de cerca. La deformación que sufre el cristalino permite que se vean nítidas las imágenes. Esto supone un esfuerzo visual, que en función de lo grande que sea puede ocasionar síntomas como la cefalea y el ojo rojo. La miopía se manifiesta desde su inicio porque sin la ayuda externa de una gafa es imposible ver bien de lejos, en cambio el hipermétrope, salvo que sea muy elevado, es capaz de sobrevivir hasta que llegada una edad, el cristalino ya no es capaz de deformarse y empieza a necesitar el apoyo de la gafa, primero para leer y después también para la visión lejana.
—¿Cómo se aplica esta diferencia a la hora de estar mirando continuamente una pantalla?
—El ojo hipermétrope está realizando un esfuerzo continuo para ver nítido. El ojo miope no. El hipermétrope tras una jornada de esfuerzo visual, notará los ojos pesados, rojos, e incluso cefalea. El miope notará más los síntomas de sequedad y déficit de parpadeo. Por eso cada vez hay más niños miopes, porque el ojo busca la posición de mayor confort. La radiación de las pantallas y el déficit de parpadeo perjudican a la superficie ocular de ambos.
—En una entrevista concedida a La Voz indicó lo siguiente: «Lo más importante es tener una buena información sobre los signos de alarma para que no confundamos signos patológicos con otros que no lo son». ¿Cuáles son estos signos de alarma que no debemos confundir?
—La pérdida de visión que provoca una catarata es progresiva y lenta. Si es bilateral y simétrica, puede pasar bastante tiempo sin que nos demos cuenta de que vemos mal. El único tratamiento que tiene es el quirúrgico, y el Sergas ha establecido un límite para la indicación quirúrgica. Deben ser incluidos en lista de espera aquellos pacientes con una pérdida de visión igual o superior al 60 %. Una pérdida de visión brusca, aguda, puede deberse a muchas otras causas, como un desprendimiento de retina, una oclusión vascular o una hemorragia vítrea. El dolor ocular siempre es un síntoma de gravedad, pero no debemos confundirlo con el disconfort o sensación de cuerpo extraño. La degeneración macular tiene un primer síntoma que no pasa desapercibido: el paciente ve los objetos torcidos, deformados. Esta patología que no tenía tratamiento, desde hace más de quince años hemos comenzado a tratarla, prolongando la visión útil de los pacientes. En resumen, un síntoma que desaparece con el parpadeo nunca es un problema grave.