
Javi Pereira, que solo perdió un partido desde su llegada, repite que el Coruxo es el único que depende de sí mismo y no esconde que es su mayor reto personal
25 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Coruxo de Javier Fernández Pereira (Vigo, 1987) se acerca a la hora de la verdad. El domingo (12 horas, O Vao) afronta la primera de la dos finales por la salvación que le restan recibiendo al Rayo Cantabria, el filial del Racing y aspirante al play off de ascenso. Para el técnico vigués, será su séptimo partido en Segunda Federación. Por el momento, lleva dos triunfos, tres empates y una única derrota. Pereira, que destaca la unión y las ganas que se encontró en el vestuario, ve a su equipo convencido de que logrará el objetivo. «Somos los únicos que dependemos de nosotros mismos», repitió en varias ocasiones. En lo particular, no siente presión, pero tampoco esconde que está ante su gran reto en los banquillos.
—¿Cómo ve las dos últimas jornadas de liga?
—La situación está muy apretada para todos y nosotros, ahora mismo, somos el único equipo que depende de sí mismo. Tenemos que pensar en nosotros mismos y olvidarnos de lo que pase en el resto de partidos.
—¿Hacen cuentas?
—No queremos. Nosotros solo podemos pensar en ganar en casa este fin de semana.
—El rival llega con opciones de play off.
—Va a ser un partido de tensión, tanto por nuestra parte como por la de ellos. El Rayo Cantabria es el equipo más goleador de la liga y también encaja bastante, once goles más que nosotros. Tiene individualidades muy buenas arriba, como los extremos, y alguno debutó en Segunda con el primer equipo. Son peligrosos en las transiciones y debemos tener cuidado con las pérdidas que podamos tener. Son muy buen equipo individual.
—¿Cómo valora estos seis partido suyos en el Coruxo, con una única derrota?
—Las dos victorias fueron en casa y la derrota, en Pasarón. Pienso que en O Vao estamos siendo muy fuertes y fuera no nos sentimos tan cómodos, pero estamos sacando resultados con un bloque medio bajo y con el equipo más unido. La experiencia está siendo muy buena.
—Para usted, es todo un reto dar el salto desde Preferente para jugarse la permanencia en Segunda Federación.
—Tuve que cambiar el chip rapidísimo. Cuando me fui del Atios, estábamos primeros y ahora estamos luchando por la salvación dos categorías más arriba. Evidentemente, es un reto, pero también una oportunidad. Tuve que tratar de adaptarme a la carrera porque había que sacar resultados.
—¿Cómo se opera cuando uno llega a un club en situación de emergencia?
—Aquí vamos contrarreloj todo el rato. Hay que buscar resultados inmediatos. Aquí lo importante es salvar al equipo y después, ya se mirará para lo que venga.
—¿Nota presión?
—No. Sabemos lo que nos estamos jugando y puede ser que se perciba alguna, pero nada especial. No nos está pesando en exceso.
—¿Qué se encontró en el equipo cuando llegó?
—Nos encontramos a un equipo unido, que tenía ganas de sacar las cosas, que por lo que fuera, no estaba funcionando del todo bien a nivel de resultados. Para nada era un grupo roto, que sería algo más normal dada la situación. Nosotros tratamos de ayudar para que sacaran su mejor versión.
—¿Cómo califica que desciendan cinco o seis equipos en una liga de 18?
—Es un tercio, aquí puedes quedar noveno y salvarte en la última jornada. Este formato, para la gente de fuera, es divertido y entretenido por el hecho de que siempre te juegas algo, pero la diferencia entre el play off de ascenso y el play out puede estar en cuatro o cinco puntos.
—¿Cuál fue el cambio más grande a nivel personal?
—Lo primero, algo tan básico como los horarios de los entrenamientos. En Atios entrenábamos a las nueve de la noche, con gente que llegaba de estar colocando pladur durante nueve horas, y aquí, a las diez de la mañana. El contexto es diferente y la forma de trabajar con ellos, también, igual que la exigencia. Yo tenía la posibilidad de poder adaptarme.
—¿Se dedica solo al fútbol?
—Para nada, pero soy autónomo, tengo un centro de entrenamiento personal en Vigo y me puedo permitir no dedicarle tantas horas durante un tiempo.
—¿Su objetivo es ser profesional del fútbol al 100%?
—Llevó entrenando desde los 16 años, tengo 37 y siempre te vas planteando un poco más. Es, sobre, todo encontrarte con retos y ver cómo vas evolucionando año tras año. El hecho de ir progresando es un refuerzo y la idea es llegar lo más lejos posible con los principios por delante.