La proliferación de anémonas provoca desprendimientos masivos de mejillón

Rosa Estévez / María Hermida VILAGARCÍA, RIBEIRA / LA VOZ

SOCIEDAD

Las anémonas se fijan en la concha del mejillón.
Las anémonas se fijan en la concha del mejillón.

La especie ha convivido con el mejillón, aunque este año han multiplicado su presencia en determinados polígonos de la zona externa de la ría

22 ago 2013 . Actualizado a las 09:26 h.

A perro flaco, todo son pulgas. El sector mejillonero gallego no para de encadenar problemas. Ahora que la virulenta marea roja que ha mantenido cerrados los polígonos mejilloneros parece empezar a remitir, los bateeiros afrontan otra tempestad: el mejillón se desprende de las cuerdas. ¿La razón? Son varias las causas que se han puesto sobre la mesa, pero en los polígonos más exteriores de la ría de Arousa los bateeiros han encontrado un presunto culpable: la anémona común.

Esta especie siempre ha convivido con el mejillón. Lo explica Ángeles Longa, la responsable del departamento de investigación del Consello Regulador do Mexillón de Galicia. Sin embargo, este año las ortiguillas de mar han multiplicado su presencia «en determinados polígonos de la zona más externa de la ría». Las anémonas se agarran en la concha. «Y, cuando las tiene, este suelta menos biso», es decir, menos filamentos de los que utiliza para fijarse a la cuerda y mantenerse en su lugar. «Si lo normal es que cada ejemplar suelte entre 40 y 50 filamentos de biso, si tiene pegada alguna anémona suelen tener solo entre 15 y 20», argumenta Longa.

Estudio experimental

Estos datos son el resultado de un estudio experimental «muy pequeño» que el Consello ha decidido acometer ante la preocupación que empieza a cundir entre los bateeiros. ¿Qué tiene la anémona para poder provocar este devastador efecto? El hecho de que esta especie sea urticante -de ahí su nombre vulgar, el de ortiguilla de mar- puede tener algo que ver en ello. El mejillón inicia el proceso para afianzarse en las cuerdas saliendo parcialmente de la protección de su concha. Ante una concentración elevada de anémonas, es posible que no tenga dónde echar el pie sin tocar con una superficie desagradable y molesta. Las ortiguillas de mar, en cualquier caso, no suponen un problema sanitario: simplemente son un vecino molesto que provoca que el mejillón se vaya al fondo, con lo que esas pérdidas ocasionan al sector bateeiro.

La eclosión de las anémonas en determinadas zonas de la ría de Arousa puede deberse a varios factores. Ángeles Longa apunta a dos posibles causas del aumento de la presencia de ejemplares de esta especie en la zona: las elevadas temperaturas que ha tenido el agua durante los últimos meses y la posibilidad de que haya habido cambios en las corrientes.

Lo cierto es que en las Rías Baixas se ha vivido un verano atípico, con aguas excepcionalmente cálidas. Estas alteraciones de la normalidad no solo han traído consigo más anémonas, también ha proliferado otra especie, las mexas o pepinos de mar, a los que algunos bateeiros también consideran responsables del desprendimiento del mejillón que cuelga de sus bateas.

En todo caso, no hay aún una explicación única y definitiva. Pero lo que sí hay es un problema que mantiene en vilo al sector. Y es que no solo se está yendo al fondo el mejillón que espera para ser extraído y enviado al mercado. Los desdobles también están saliendo mal y está en jaque la campaña del año que viene.