Adiós al creador del karaoke, Shigeichi Negishi

LA VOZ REDACCIÓN

CULTURA

Shigeichi Negishi con su «Sparko Box», máquina precursora del karaoke
Shigeichi Negishi con su «Sparko Box», máquina precursora del karaoke

Fue el inventor de la «Sparko Vox», que utilizaba cintas con pistas musicales e incluía un micrófono para cantar. Lamentablemente no patentó el sistema, como sí hicieron otros con aparatos basados en el suyo. Murió el 26 de enero, a los cien años

18 mar 2024 . Actualizado a las 17:27 h.

Aunque falleció el pasado 26 de enero, no ha sido hasta estos últimos días, con una publicación en el Wall Street Journal, cuando ha trascendido la muerte por una caída accidental de Shigeichi Negishi. Es una costumbre habitual en Japón, un país que comunica tardíamente el fallecimiento de figuras públicas para que el círculo más próximo pueda despedirse en privado, como ocurrió con Akira Toriyama, creador de Dragon Ball.

Este ingeniero japonés ideó en 1967 la Sparko Box, considerado el primer karaoke de la historia, precursor de una popular forma de entretenimiento en occidente que aún sobrevive a día de hoy. Trabajaba en una empresa que fabricaba reproductores musicales y, su invento, fue en realidad un calentón con un compañero de trabajo. A Negishi le encantaba cantar acompañando las canciones que escuchaba por la radio. En la oficina, un día su superior le instó que dejara de hacerlo, burlándose de él. Ahí fue cuando decidió crear la nueva máquina. Utilizaba cintas de casete con las diferentes pistas para los instrumentos, las letras venían en un libro de texto y la voz, a través de un micrófono, salía ya mezclada a través de los altavoces del aparato. Era como ser una estrella del pop en casa y, en poco tiempo, se convirtió en todo un éxito comercial.   

La Sparko Box fue cada vez más popular, llegando incluso a los locales de ocio. Era la forma ideal de cantar en público con amigos de forma festiva. En 1975, cansado de enfrentarse con la industria musical y de vender directamente la máquina, abandona el mercado. Además, esta pionera creación no fue nunca patentada, aunque la Asociación de Industriales de Karaoke del Japón, sí que consideró los 8.000 dispositivos que vendió como los primeros karaokes de la historia. Matt Alt, que entrevistó a Shigeichi cuando publicó su libro Cómo Japón hizo en el mundo moderno, se despedía recientemente de él señalando que fue «un inquietante precursor del debate en torno al impacto de la IA en los artistas actuales».  

Según la BBC, el karoke como tal es obra de Daisuke Inoue, un músico del género tradicional japonés nagashi, al que un día un empresario en un bar le pidió acompañamiento musical para sorprender a sus accionistas, adaptando los temas a su tono. Ante la imposibilidad de reunir a todos los músicos necesarios decidió grabar los acompañamientos y dárselos en una cinta. Tiempo después daría forma al aparato contactando con expertos en electrónica y adaptaría un sinfín de canciones conocidas para hacerlas más accesibles a la persona promedio.