Homenaje de amigos y docentes a Manuel Canosa, director honorífico del Eugenio López de Cee

CEE

Medio centenar de profesores lo acompañaron el sábado en una comida en O Recreo
19 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.De Manuel Canosa dicen que era (y es) un hombre de paciencia infinita. El sábado a mediodía recibió el cariño de sus compañeros del colegio Eugenio López ceense, y también de excompañeros y excompañeras, algunos ya jubilados y llegados desde Alfoz o A Coruña a propósito. Para estar con él. Manuel fue profesor y director del Eugenio López durante un cuarto de siglo ininterrumpido y en todo ese tiempo se ha ganado a pulso el respeto y la amistad de los demás. Lo que de que tiene una paciencia infinita lo dice Xosé Cañizo, docente que lo ha relevado en la dirección, también con su ya larga trayectoria en el centro. Cuenta Cañizo que a la comida celebrada al amparo de los buenos fogones del restaurante O Recreo -donde Canosa tomaba el café todos los días, ya que está delante del colegio- acudieron medio centenar de docentes, «coma unha piña». Y alguno más habría ido, de no ser por motivos de salud. Manuel se lo merece.
«É alguén admirable e eu vino ducias de veces, todos nos preguntamos de onde sacaba este home esa capacidade humana, sempre tratando de razoar, estando sempre aí cando alguén tiña algunha dificultade...», dice Cañizo. Carmen López, otra compañera, destacó de él la capacidad conciliadora, el temple para poner orden a los problemas y hallar una solución. El actual director cree que esa actitud, sin buscar nunca un lugar destacado, ya le viene de familia. «Aínda o comentabamos o sábado. Manuel vive para, por e case no colexio», bromea Xosé. Dice que en la comida lo vio renovado porque, quisiese o no, la dirección genera preocupaciones, «e Manolo sempre estaba». Y sigue estando, aunque ahora pueda dedicar más tiempo a pescar o a sus aficiones. Si lo llaman, Manuel contesta al teléfono o incluso aparece por el colegio. «É algo extraordinario», afirma Cañizo. Canosa tiene 69 años cumplidos y en septiembre ya le habían rendido otro homenaje coincidiendo con el inicio de curso: lo nombraron director honorífico del colegio. Estar al frente de un centro requiere dedicación, asume ahora Xosé, pero él se siente bien respaldado por su equipo, del que elogia el trabajo al frente de muchos asuntos, como puede ser el comedor (nada menos que 300 niños): María José Rodríguez Pérez es la jefa de estudios y Ana María Sánchez Castro, la secretaria. Saben, además, que Manuel, Manolo, siempre estará ahí. Un buen maestro y amigo nunca deja de serlo.