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Desayuno de domingo con... Pedro Piqueras: «Mi carácter no me permitiría irme haciendo la puñeta a nadie»

Albacete, 1955. Este mes cumplo los 70, soy periodista, he trabajado 16 años en radio y 35 en televisión, y acabo de publicar Cuando ya nada es urgente. Llegar, estar y saber irse (Ed. Harper Collins).

Miércoles, 30 de Abril 2025, 15:56h

Tiempo de lectura: 3 min

XLSemanal. 'Llegar', en su época, no era tan difícil.

Pedro Piqueras. No si trabajabas. Ahora cuesta más porque son muchos los que lo intentan y, aunque hay más medios, no es fácil obtener un puesto.

«No voy a dar nombres de quienes tienen un ego que no cabe en la plaza de toros de Las Ventas. De eso hay mucho, pero yo he hecho mi libro, no el de otros»

XL. 'Estar' en primera línea cinco décadas es más complicado en un mundo de egos.

P.P. 'Estar' es una lucha y he tenido muchos reveses y problemas, como todos, para seguir haciendo televisión. 

XL. Pues apenas los cuenta: no habla mal de nadie, en su relato no existen zancadillas, celos ni malos rollos. ¡Todo el mundo es bueno a su alrededor!

P.P. Si hay gente de la que podría no hablar bien, prefiero que no esté en mi libro. Mi carácter no me permitiría irme haciendo la puñeta a nadie.

XL. Entiendo que eso es 'saber irse', pero así no nos enteramos de toda la verdad.

P.P. Yo no he dado pisotones y, si los he sufrido, algo se puede intuir. No voy a dar nombres de quienes tienen un ego que no cabe en la plaza de toros de Las Ventas. De eso hay mucho, pero yo he hecho mi libro, no el de otros.

XL. Quiere parecer una biografía, pero apenas cuenta un poco de su infancia y adolescencia, lo convierte en una crónica de la España que vivió. ¡Menudo fiasco!, no habla casi nada de su vida personal.

P.P. ¡Ja, ja, ja! Eso es intencionado. Yo hablo del ambiente en el que crezco hasta mi primera juventud, para explicar que salgo indemne de las presiones ideológicas de la época.  

XL. Cuenta que fue católico practicante; luego, evangélico bautista en la Iglesia protestante, niño de la OJE... y, de pronto, se nos hace opaco.

P.P. El resto de las cosas que tú quieres saber forman parte de lo que se llama intimidad [ríe]. Y yo siempre he tenido un gran respeto por la vida privada.

XL. ¿Ha tenido que cumplir 70 años para darse cuenta de la vida que se estaba perdiendo más allá del trabajo?

P.P. Quizá fue a los 64 cuando me di cuenta de ello y de que no sabes cuánto tiempo te queda por delante. 

XL. ¿Dónde ha sido más libre, en la televisión pública o en la privada?

P.P. He tenido momentos de libertad en la televisión pública y momentos de gran presión en la televisión privada. 

XL. ¿Se ha tenido que comer muchos 'sapos'?

P.P. Muy pocos y, cuando no estaban conformes con mi forma de trabajar, me he ido llegando a acuerdos porque no nos iban bien las cosas juntos. Pero que nadie piense que un periodista puede hacer lo que le dé la gana en un medio de comunicación. Yo he tenido una suerte tremenda.

Frutal

«Una tostada con aceite y mermelada de fresa; un yogur de coco, que mezclo con uvas moscatel verdes; un café con leche de almendras, y una tortilla francesa».