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Presidente de Ucrania

Zelenski, el hombre en medio de la tormenta

Con las tropas rusas amenazantes cerca de sus fronteras, el Gobierno de Kiev se muestra extrañamente relajado. ¿Cuál es el juego del presidente Zelenski? ¿A qué teme más este antiguo cómico que a Putin? Se lo contamos.

Por Christian Esch

Jueves, 17 de Febrero 2022, 14:24h

Tiempo de lectura: 10 min

El presidente de Ucrania libra estos días una batalla desconcertante. El enemigo está en el este, donde Rusia sigue concentrando blindados, cañones y unidades de Infantería, pero Volodímir Zelenski a veces da a entender que el retumbar de los tambores de guerra viene de otro lado: del oeste. Desde allí se lanzan tantas y tan alarmantes advertencias sobre un inminente ataque ruso a Ucrania que este antiguo actor de telecomedias y su equipo ya no saben a quién deberían temer más: si a las tropas rusas o a quienes los avisan del peligro. Si al enemigo o al amigo.

Los sucesos de hace unas semanas ilustran esta situación. La Embajada estadounidense en Kiev pidió a los familiares de sus diplomáticos que abandonaran el país y aconsejó a todos los americanos en Ucrania que hicieran otro tanto «urgentemente». La noticia causó asombro en la capital ucraniana. Porque Kiev no es Kabul. La vida cotidiana se desarrolla con su ritmo habitual, la ciudad parece tan ajetreada y pacífica como siempre.

Zelenski tiene claro que el camino de Ucrania hacia la OTAN ya estaba cerrado antesde esta última escalada bélica

El llamamiento de Washington a abandonar el país molestó al equipo de Zelenski. Un asesor del presidente declaró que en Kiev los norteamericanos estaban «más seguros que en cualquiera de las ciudades de Estados Unidos infestadas de delincuencia». El propio Zelenski dijo que todo aquello no era más que un «refinado juego diplomático».

«No hay pruebas de que se esté preparando un ataque, pero todas las mañanas nos encontramos en algún medio internacional con un reportaje nuevo sobre Ucrania lleno de mapas y flechas. ¿No les parece extraño?», plantea Davyd Arachamiya, líder del grupo parlamentario de Servidor del Pueblo, el partido que Zelenski fundó en sus tiempos de cómico ultrapopular con varios colegas de profesión un año antes de las elecciones.

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El Gila ucraniano que se fue a la guerra… la de verdad. Hace cinco años, Zelenski era un cómico ultrapopular que se reía de militares, corruptos, oligarcas, políticos... Durante la campaña electoral incluso mantuvo su programa de televisión en antena. Ahora visita a sus tropas y lidera un país bajo la amenaza de una invasión.getty images

De hecho, existe una profunda brecha entre cómo ve Kiev la situación militar y cómo la ve Occidente, especialmente Estados Unidos. De creer al presidente Zelenski y a su equipo, se está exagerando la amenaza de una nueva invasión rusa. El riesgo «no es nuevo, pero tampoco ha crecido», aseguró Zelenski.

Oleksiy Danilov es secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, el principal asesor de Zelenski en la materia. Si Ucrania se encontrara bajo la amenaza de un ataque inminente, él debería saberlo. El suyo es un perfil bastante inusual dentro del equipo de Zelenski. No es un joven asesor con talento comunicativo y trajes impecables, como sus compañeros; es un hombre de aspecto serio y pelo cortado a cepillo que se expresa de una forma directa, casi tosca. Danilov fue hace décadas alcalde de Lugansk y gobernador de la provincia del mismo nombre, hoy bajo control de los separatistas fieles a Moscú. También es conocido por su defensa de ideas de corte patriótico bastante particulares, como que Ucrania se despida del alfabeto cirílico y adopte el latino.

Con las reservas de gas y carbón bajo mínimos, a Zelenski le da más miedo al invierno que los tanques rusos

«No vemos una concentración importante de tropas que nos amenacen de forma inmediata», dice Danilov. Añade que es la misma situación en la que el país se encuentra desde la anexión de Crimea y la ocupación de facto del Donbás por parte de Rusia hace ocho años. ¿De verdad que la situación es la de siempre? «Prácticamente. Salvo que ahora los medios de todo el mundo han empezado a hablar del tema».

Rusia ha concentrado en los alrededores de las fronteras norte, este y sur de Ucrania al menos 52 grupos tácticos de batallón, nombre que reciben unas unidades formadas por alrededor de 800 efectivos. Por supuesto que se están produciendo numerosos movimientos de tropas en el lado ruso, admite Danilov, «pero la situación no nos parece tan amenazante como se cuenta. Los medios lo están inflando». Y es algo que favorece a Rusia, añade.

La ola de informaciones sobre la situación no empezó ni en Rusia ni en Ucrania, sino con un artículo del Washington Post, en octubre, donde se hablaba por primera vez de nuevas concentraciones de tropas rusas cerca de Ucrania. Danilov asegura que ya en aquel momento le pareció un ejercicio de «desinformación consciente» y no le dio importancia.

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El servidor del pueblo. Licenciado en Derecho, Zelenski nunca ejerció como abogado. De hecho, lleva actuando desde los 17 años (casi siempre hablando en ruso). La serie El servidor del pueblo, en la que interpretaba a un modesto profesor de Historia que llegaba a la Presidencia del país, lo convirtió en una celebridad. En 2018 lanzó el partido Servidor del Pueblo, junto con personas de su productora, y un año después fue elegido presidente. Algunos creen que, en realidad, los ucranianos no votaron a Zelenski, sino a su personaje.

«En diciembre, Zelenski seguía pensando que no había una amenaza por parte de Rusia –dice Oleksandr Danyliuk, predecesor de Danilov como secretario del Consejo de Seguridad–. Pensaba que era un juego de Occidente para subir las apuestas. Y al principio nuestros servicios de inteligencia militar también lo vieron así». Añade, sin embargo, que ahora el propio Zelenski cree que la amenaza es real.

Otra persona del entorno del Gabinete se expresa en términos parecidos: «Zelenski cree que hay una amenaza seria, pero tampoco descarta que todo se trate de un juego». Podría haber otro motivo para explicar por qué Zelenski no desconfía solamente de los rusos, sino también de los norteamericanos.

Zelenski no desconfía solo de los rusos, sino también de los norteamericanos. Con Trump ya intentaron presionarle para que declarara contra Joe Biden por un presunto caso de corrupción

Al poco de estrenarse en el cargo, pudo conocer en primera persona el lado más desagradable del ejercicio de la política en Washington. El país se encontraba en los prolegómenos de la campaña electoral de 2019 y el presidente Donald Trump y su abogado Rudy Giuliani intentaron, en vano, presionar al dirigente ucraniano para que declarara contra Joe Biden y su equipo por un presunto caso de corrupción. «Pasamos por un verdadero infierno», dice Ígor Nóvikov, encargado entonces de gestionar las relaciones con Estados Unidos.

Tras la llegada de Biden a la Casa Blanca, añade Nóvikov, en Kiev se esperaba que el nuevo presidente reconociera sus esfuerzos. En vez de eso, Biden abandonó la oposición norteamericana al oleoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania a través del Báltico, proyecto que resta importancia estratégica a los que recorren territorio ucraniano y, por lo tanto, también debilita su seguridad.

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La mujer a su lado. Olena Zelenska, su esposa, tiene  43 años. Casados desde 2003, fueron juntos al colegio (en ruso) y tienen dos hijos, de 7 y 16 años.getty images

El mayor peligro que ven Danilov y otros integrantes del equipo de Zelenski no es militar, sino económico. El miedo a la guerra ha disparado los tipos de interés de la deuda pública del país y ha dañado la confianza de los inversores.

Mijailo Podoliak, asesor del Gabinete presidencial, distingue entre los «riesgos propagandísticos» que están dañando la economía, y los separa de los riesgos militares reales. «Sinceramente, yo no diría que en estos momentos los riesgos militares sean tan elevados como para tener que estar hablándole de ellos a la gente todo el tiempo», dice.

Lo cierto es que, desde la invasión de Crimea, Ucrania se encuentra en un estado de guerra más o menos caliente. A pesar del alto el fuego, en las zonas de contacto –como se denomina a la frontera con los territorios separatistas en el Donbás– se producen bajas de soldados ucranianos de forma habitual. En estos ocho años, mucha gente se ha vuelto insensible a la amenaza militar. Además, un país pobre siempre reacciona con mayor sensibilidad a los argumentos económicos: la principal preocupación de muchos ucranianos es cómo van a pasar este invierno. Las reservas de carbón y gas están bajo mínimos, solo las temperaturas inusualmente suaves para esta época del año han impedido por ahora que se dé una situación de emergencia.

«La cuestión es ¿qué da más miedo? Los tanques rusos o el invierno ucraniano», dice Nóvikov, el antiguo asesor de Zelenski. La decisión del presidente parece bastante clara: los tanques van por detrás del frío. Por eso insiste en unos mensajes simples: todo está bien, no hay motivo para el pánico.

Palabras tranquilizadoras y comentarios ingeniosos

Transmitir buen humor es uno de los puntos fuertes de Zelenski, uno de los cómicos de mayor éxito del país antes de presentarse a la Presidencia. Su partido, de hecho, lleva el mismo nombre que El servidor del pueblo, la serie que multiplicó su popularidad al interpretar a un lenguaraz profesor de Historia elevado a presidente. Muchos creen que, en realidad, los ucranianos no votaron a Zelenski, sino a su personaje.

Ante la amenaza bélica rusa, el líder del país suele dirigir a sus paisanos comentarios ingeniosos y palabras tranquilizadoras. «No tengáis miedo de Internet, es Internet la que debería tener miedo de nosotros», advirtió sobre las campañas de desinformación. Una actitud que no agrada a todos sus compatriotas. «Zelenski habla a los ucranianos como si fueran niños», se quejó, sin ir más lejos, su antiguo ministro del Interior.

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Enemigo a las puertas. ¿De verdad Kiev no cree en la existencia de una amenaza real por parte de Rusia, como muestran sus bombarderos en la frontera de Ucrania? ¿O lo que está haciendo es restarle importancia al peligro para evitar el pánico? «En el Gobierno, simplemente, no saben qué hacer», asegura Pavló Klimkin, titular de Exteriores ucraniano entre 2014 y 2019.

«La gente tiene miedo. En Kiev, la situación sigue normal, pero en Mykolaiv, Jersón y Odesa muchos ya tienen la maleta en el coche por lo que pueda pasar –dice Pavló Klimkin, titular de Exteriores entre 2014 y 2019–. Los ciudadanos esperan del presidente que comparezca ante ellos y diga: 'Sí, hay una amenaza, pero no tengáis miedo. Yo no tengo miedo'». Además, cree Klimkin, Zelenski debería visitar a las tropas a diario y decirles que van a contar con más dinero.

¿De verdad Kiev no cree en la existencia de una amenaza real? ¿O lo que está haciendo es restarle importancia al peligro para evitar el pánico? «En el Gobierno, simplemente, no saben qué hacer –asegura Klimkin–. Podrían comprar más armas o producirlas en el país, pero como no saben en qué cambiaría eso la situación, prefieren seguir gastándose el dinero en planes de construcción de carreteras». Ese es el proyecto favorito de Zelenski. De hecho, acaba de inaugurar un gran puente sobre el río Dniéper.

El hombre del entorno del Gabinete ya citado califica de «infantil» este proceder. Cree que faltan personas competentes. La mayor parte del equipo de Zelenski procede, como él, del entretenimiento; son abogados especializados en el panorama mediático o productores de cine. «El principal criterio a la hora de elegirlos es la lealtad. Cerebro, experiencia y profesionalidad van en segundo lugar», manifiesta.

En su opinión, eso explicaría también la sorprendente tranquilidad que reina en el núcleo duro del Gobierno, incapaces de encontrar un término medio entre reconocer la nueva situación militar e ignorarla. El resultado es que el Gobierno da la sensación de estar aislado de la realidad, encabezado por un político advenedizo y sin experiencia arrastrado a una tormenta política internacional.

Tampoco su margen de actuación es amplio. Por un lado, Rusia le ha dejado claro que ya no lo considera un interlocutor serio. Además, a ojos de Moscú cualquier avance en la negociación requeriría concesiones del lado ucraniano que no aprobarían ni el Parlamento ni el electorado; ni siquiera con las tropas rusas desplegadas en las fronteras del país.

La mayor parte del equipo de Zelenski procede, como él, del entretenimiento; son abogados o productores de cine. El principal criterio a la hora de elegirlos es la lealtad, dicen sus críticos

Por otro lado, Zelenski tiene claro que el camino de Ucrania hacia la OTAN ya estaba cerrado antes de esta última escalada, por mucho que no haya dejado de preguntar públicamente cuándo se iba a admitir a su país en la alianza. «Esa insistencia ha sido su manera de señalar la hipocresía de Occidente», dice una fuente del entorno del Ejecutivo. Si esa era realmente la intención de Zelenski, se trataría de un enfoque casi naíf. Es cierto que en 2008 la OTAN le prometió a Ucrania la entrada, pero sin fijar un calendario concreto.

«Quizá la OTAN eligió la estrategia equivocada en la primera década del siglo, momento en el que Rusia buscaba una relación más estrecha con Occidente

–cuenta Mijailo Podoliak, el asesor del presidente–. Ahora, Rusia intenta compensar el error mostrando una actitud agresiva en la región y reforzando su papel como adversario de la OTAN. Y Ucrania es el lugar donde todas las partes quieren materializar sus ambiciones».

Etiquetas: Políticos
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