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Las esclavas sexuales de Hollywood: así funcionaba la secta que torturaba a mujeres ricas

5 años de una sentencia histórica

Las esclavas sexuales de Hollywood: así funcionaba la secta que torturaba a mujeres ricas

Marcaba a las mujeres como ganado y las convertía en esclavas sexuales. No eran chicas migrantes víctimas de la trata, sino mujeres de Hollywood o Nueva York millonarias y atractivas. La secta de Keith Raniere llegó a tener miles de adeptas, operó durante 20 años y se expandió por varios países. ¿Cómo pudo ocurrir? Ahora que se cumplen cinco años de la condena de Raniere, recuperamos una historia difícil de creer.

Miércoles, 15 de Noviembre 2023

Tiempo de lectura: 10 min

Un grupo de mujeres se reúne en una mansión de Albany (Nueva York) para un ritual de iniciación. Forman parte de una sociedad llamada DOS, uno de los muchos tentáculos de una extraña corporación dedicada a la autoayuda conocida como NXIVM (pronúnciese ‘nexium’).

El ambiente es de fiesta de pijamas hasta que empieza la liturgia. Las mujeres se dividen entonces en dos grupos: amas y esclavas; estas últimas se desnudan. Una de las amas ‘empuña’ un bisturí eléctrico de los que se utilizan para cauterizar verrugas y va quemando la piel de las esclavas, una por una, a la altura de la pelvis, dibujando filigranas chapuceramente. Hay gritos y lágrimas -el electrodo está al rojo vivo- y huele a carne chamuscada. Algunas de las amas llevan máscaras hospitalarias para soportar el hedor.

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Como ganado. El líder, Keith Raniere, fue detenido en Puerto Vallarta (México) y extraditado a Estados Unidos, donde fue condenado a 120 años en prisión. En la imagen de apertura,  Sarah Edmondson muestra la marca con las iniciales de Keith Raniere y su lugarteniente, Allison Mack, que estos le hicieron en un ritual de NXIVM en Canadá. Después de esto, Sarah denunció a Raniere, pero llevaba diez años en la organización.

Cuando baje la inflamación de las cicatrices, las esclavas descubrirán que han sido marcadas como reses y que, además de los garabatos que representan chakras y letras griegas, les han sido impresas las iniciales de Keith Raniere, el fundador de NXIVM; y de Allison Mack, actriz que hacía de amiga de Superman en la serie Smallville y que, según el FBI, era la esclava personal de Raniere y su lugarteniente.

A sus adeptas les hacía visionar imágenes de asesinatos y vejaciones a otras mujeres mientras observaba su reacción con un escáner cerebral

Keith Raniere fue detenido en marzo de 2018 en Puerto Vallarta (México) y extraditado a Estados Unidos en el curso de una investigación federal a raíz de un artículo de The New York Times en el que varias exintegrantes de DOS describían las prácticas secretas a las que eran sometidas. La actriz Sarah Edmonson fue una de las marcadas con la divisa de Raniere, mientras que otra actriz, Jennifer Kobelt, fue conejillo de Indias de un experimento pseudocientífico para superar sus miedos. Un doctor vinculado a NXIVM le hizo visionar imágenes de asesinatos y vejaciones a mujeres mientras observaba su reacción con un escáner cerebral. Kobelt se derrumbó entre sollozos.

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La favorita.Allison Mack, la amiga de Superman en la serie Smallville, recurrió a Raniere como coach para que relanzase su carrera. Pronto se convirtió en su lugarteniente. Y pasó a dirigir la fraternidad en la que se 'marcaba' a las integrantes.

Raniere, de 63 años, cumple ahora condenada en una prisión de máxima seguridad. Fue condenado en 2020 a 120 años de prisión por tráfico sexual y otros delitos que incluían extorsión y pornografía infantil. Allison Mack, de 35, acaba de salir de prisión tras cumplir los tres años a los que fue condenada por reclutar a buena parte de esas esclavas sexuales. Todavía tendrá que pasar tres años más en libertad condicional.

La jerarquía era rígida. Las de menor nivel rendían pleitesía a sus superioras. A Raniere, al que llaman Vanguardia, lo saludaban con una reverencia

En la denuncia se señala que «ambos cometieron un abominable abuso de poder para denigrar y manipular a mujeres que veían como sus esclavas sexuales». Raniere y Mack exigían una garantía a sus seguidoras para evitar ser traicionados: fotos de la mujer en cuestión desnuda, una confesión videograbada, ceder el título de propiedad de su casa… En una ocasión, y después de recibir en su móvil fotografías de desnudos, Raniere le envió un mensaje a Mack: «¿Todas para mí?», junto con emojis de un diablo sonriente. La garantía está inspirada en un contrato del derecho romano llamado ‘nexum’ (el parecido con el nombre de la organización es evidente). Por este, el deudor cedía su libertad al acreedor, que podía venderlo como esclavo si no cumplía lo estipulado. Hipotecaba su propia vida.

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Las herederas cómplices. Las hermanas Clare y Sara Bronfman, herederas del imperio de la ginebra Seagram, fueron captadas por Raniere para 'superar' el enfrentamiento con su padre. Nxivm fue financiada en gran parte por Clare, que gastó más de 100 millones de dólares de su herencia para demandar a los «enemigos» de Raniere. Bronfman fue sentenciada a seis años de prisión.

El abogado de Raniere fue Marc Agnifilo, cuyo bufete defendió a Dominique Strauss –expresidente del FMI– de la acusación de violación y representó también al productor Harvey Weinstein, condeando por abusos sexuales a más de 20 actrices y modelos. Su línea de la defensa fue que se trataba de actos consensuados entre adultos. Y que las mujeres ingresaron en DOS -el grupúsculo de NXIVM organizado como una fraternidad femenina- por voluntad propia.

No convenció al jurado, ni al juez, que lo mandó callar en más de una ocasión durante el juicio, pero lo cierto es que Raniere tiene, todavía hoy, numerosos seguidores que insisten en que todas las actividades en Nxivm eran realizadas entre adultos que dieron su consentimiento.

Una familia de terror

NXIVM llevaba 20 años captando a su clientela. Desde su fundación, en 1998, unas 18.000 personas se inscribieron en alguno de sus carísimos cursos –en torno a 5000 euros por una semana de clases–, aunque el número de fieles que formaban parte de la ‘familia’, como la define Raniere, era menor: solo unos cientos. Los integrantes creían que Raniere podía liberarlos de traumas de la infancia, fobias y pensamientos destructivos. Y el sexo formaba parte de la sanación.

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Víctima del depredador. NXIVM se introdujo en la alta sociedad y en el cine de Estados Unidos, México y Canadá. Entre sus 'fichajes': India Oxenberg, hija de la actriz de Dinastía Catherine Oxenberg. India declaró en el juicio que Raniere quería que lo esperara desnuda, «como un pedazo de carne», y bajó tanto de peso que dejó de tener su periodo menstrual.

Si llevaba tanto tiempo en marcha y ya en 2003, en un artículo de Forbes, renegados de esta organización la definían como una secta, ¿por qué se tardó tanto en perseguirla? Primero, porque NXIVM se gastó en 15 años 50 millones de dólares en acciones legales para callar a antiguos miembros descontentos, según el abogado Peter Skolnik. Segundo, porque la sensación de impunidad ha propiciado que sus prácticas sean cada vez más abusivas. Y tercero, porque la sensibilidad social hacia la coerción sexual ha llegado al límite, aunque en este caso víctimas y victimarias sean mujeres.

Parece que la manipulación de Raniere hacia sus parejas y el control que sus parejas ejercen sobre otras mujeres es un rasgo de su vida privada desde los años noventa, cuando les exigía a sus novias que buscasen amigas dispuestas a meterse en la cama con él. Entonces se pasaba el día durmiendo, jugando al vóleibol y dictando monólogos a una grabadora.

La penitencia era parte de la terapia. Sus esclavas tenían la alimentación muy restringida. Controlaba su peso

Se considera un ser especial: filósofo, matemático y científico. Un prodigio que aprendió a leer a los 2 años y a tocar el piano sin maestros. Las matemáticas del instituto, dice, se las ventiló en 19 horas. Sus padres –un publicista y una profesora de baile– se divorciaron cuando él tenía 8 años, y el pequeño Raniere se quedó al cuidado de la madre, que había enfermado del corazón. Aseguraba que tenía tres licenciaturas: Matemáticas, Física y Biología. Y que iba para catedrático hasta que la mercadotecnia captó su interés; en concreto, las técnicas para persuadir. No es cierto, pero sus seguidores lo comparaban con Nelson Mandela. Carismático y bondadoso, un apóstol de la paz cuyas actividades cotidianas eran pensar y caminar; paseos de 20 kilómetros durante los cuales cavilaba sobre cómo resolver los problemas de la humanidad. Algunos incluso pensaban que se había autoimpuesto el celibato, aunque predicase el poliamor.

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La exnovia antes del harén. Toni Natali fue pareja de Raniere en los noventa. «Entonces era bastante tradicional, aún no tenía un harén -cuenta-. Dijo que me ayudaría a superar mis problemas conyugales, y lo que hizo fue ayudarme a romper mi matrimonio». Luego se percató de que era peligroso. Terminó su relación con él hace 20 años.

Su primera empresa se llamó Consumers’ Buyline. Vendía alimentos con descuentos para socios. Iba viento en popa hasta que las autoridades destaparon un esquema piramidal: miembros que reclutan a otros y van avanzando de nivel hasta llegar a la cima. Raniere la cerró en 1997. Repitió fórmula con otra compañía que vendía vitaminas y suplementos dietéticos.

Los ‘nexianos’ creen que el ser humano se puede reprogramar. Para ello hay que resetear la identidad. Su teoría es que, una vez identificados los datos que causan dolor, culpa, miedo o insatisfacción, se pueden desactivar. ¿Cómo? Sustituyéndolos por datos nuevos mediante sesiones de terapia que, en esencia, son charlas de 12 horas en ambientes opresivos. Raniere lo llama ‘integraciones’. Utiliza una jerga tecnológica e incluso intenta registrar su método, al que bautiza ‘investigación racional’, en la oficina de patentes, sin éxito. No se pueden patentar vaguedades.

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Tener éxito y empoderar. Sede de NXIVM en Albany (Nueva York). Su principal reclamo eran los programas de éxito ejecutivo y los de superación personal y empoderamiento, con los que Raniere reclutó a miles de mujeres.

La penitencia forma parte de su terapia. El castigo y la autonegación sirven, según Raniere, para evolucionar. Por ejemplo, sus esclavas tenían la alimentación muy restringida. Ingerir más de 800 calorías se interpretaba como un desafío. Y la infractora era sometida a duras sesiones de castigo psicológico. Pero el FBI tiene otra explicación: a Raniere siempre le gustaron las mujeres muy delgadas. De hecho, sus parejas debían comprometerse a correr 50 kilómetros semanales.

Como cualquier gurú, Raniere es pródigo en frases lapidarias: «El mundo deben dirigirlo personas de éxito. Harán de él un lugar libre de hambre, robo, corrupción, envidia… Es esencial para la humanidad que personas de éxito controlen el dinero, las riquezas y los recursos del mundo». Su autora de cabecera es Ayn Rand, la inspiración de los libertarios. Nada debe hacerse por altruismo, que nos esclaviza. El amor verdadero está basado en el propio interés egoísta.

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Todas las caras del 'seductor'. Raniere lograba convencer a sus víctimas para que se sometieran a prácticas humillantes y acababan dominadas por él. Raniere convenció a Allison Mack –y a otras muchas mujeres– de que le cediese su casa, ocho millones de dólares e incluso la custodia de sus hijos... cuando tuviera hijos.

Aunque también había hombres, el perfil del seguidor de Raniere era, sobre todo, el de una mujer acaudalada y atractiva, entre los 40 y los 50 años, en algunos casos vinculada a la política y la cultura. Entre sus discípulos está la mexicana Rosa Laura Junco, hija del director del emporio mediático Grupo Reforma, que dirigía una plataforma para examinar «el honor de los medios». Y Emiliano Salinas, hijo del expresidente de México Carlos Salinas de Gortari. Incluso invitó al Dalái Lama a dar una conferencia en 2009. La Oficina del Dalái, no obstante, niega haber recibido un millón de dólares en pago.

En el juicio, Camila relató como Raniere empezó a abusar de ella cuando tenía 15 años. Lo hizo durante doce años, amparado en la propia familia de Camila. El padre y una de sus hermanas —que tiene un hijo con Raniere— todavía lo apoyan

También herederas de grandes fortunas, como Claire y Sara Bronfman, dos hijas del expresidente de la destilería Seagram. Captarlas fue fundamental porque empezó a entrar dinero a chorros. Y NXIVM se expandió. Abrió sucursales en Estados Unidos, Canadá y México. Y se ramificó con emprendimientos diversos, desde movimientos por la paz a una red de guarderías políglotas donde los niños reciben lecciones en siete idiomas. Raniere realizó inversiones desastrosas en Bolsa que hicieron perder a las hermanas Bronfman 66 millones de dólares. Pero siguieron confiando en él. El gurú restaba importancia a los asuntos monetarios. Incluso presumía de vivir por debajo del umbral de la pobreza.

En el juicio, la máscara de Raniere se cayó ante el testimonio de sus víctimas. La primera en testificar fue identificada como Camila, y relató como Raniere empezó a abusar sexualmente de ella cuando tenía 15 años y él 45. Los abusos se prolongaron durante doce años, amparados en la propia familia de Camila. El padre y la hija mayor de la familia —quien tiene un hijo con Raniere— todavía lo apoyan. Raniere mantuvo una relación de carácter sexual con las tres hermanas de la familia. Camila contó como el líder de la secta esperaba que ella estuviera disponible a todas horas para tener relaciones sexuales. Le ordenaba pesar menos de 46 kilos y le exigió someterse a un aborto. También contó que había intentado suicidarse.

Raniere, que el juicio osciló entre pedir perdón y culpar a sus víctimas, todavía alienta a sus seguidores a defender su caso y hasta quiso organizar un concurso para encontrar errores en su proceso judicial a cambio de un premio de 25.000 dólares. Como le dijo el juez en más de una ocasión a su abogado: «No siga, lo que dice es un insulto a la inteligencia».