«A figura de Benito Cancela non se pode entender sen a masonería»

CELANOVA

Antonio Cortés

Pablo Sánchez presenta su libro hoy en Celanova

01 jul 2017 . Actualizado ás 05:00 h.

Hoy • 12.00 horas • Casa dos Poetas de Celanova • La biografía de Benito Cancela, el que fue -por un período de tres meses- último alcalde de la II República en Celanova fue objeto de un trabajo de fin de grado del historiador celanovense Pablo Sánchez Martínez, que hoy lo presenta como libro, editado por el Instituto de Estudios Masónicos de Galicia. Masonería e República en Celanova. Benito Cancela Rodríguez (1892-1973), o alcalde que salvou o mosteiro de San Rosendo es la obra sobre la figura del regidor que hoy se presenta y que incide en la importancia que tuvo la masonería en la trayectoria de Cancela.

 

El último alcalde republicano fue el único masón de la época en Celanova. En el siglo XIX sí hubo en la villa una logia y masones reconocidos como Manuel Curros Enríquez, explica el autor. «A figura de Benito Cancela non se pode entender sen a masonería, como escola de formación e de divulgación de de actitudes e ideas, de defensa dos valores de tolerancia, igualdade, fraternidade, que teñen moito que ver cos valores republicanos», señala Pablo Sánchez.

La masonería dio a Benito Cancela, en la isla de Cuba a la que emigró como analfabeto, la educación y los valores y principios que el futuro alcalde asumió, expresa el autor. Dentro de la masonería, asumió los valores republicanos que el ejerció en su regreso a Celanova como empresario hotelero y después, como alcalde. Perteneció a Izquierda Republicana, el partido de Azaña, y fue el elegido no a través de unas elecciones -no hubo comicios municipales en el período de la República, descubrió Sánchez- sino por la corporación que había nombrado el gobernador civil. Gobernó los tres meses anteriores al estallido del golpe de estado militar y lo hizo de forma tolerante. «A súa ficha policial franquista di que foi un alcalde bo, que fixo unha xestión digna e que evitou que os radicais asaltasen o convento de San Rosendo», relata Sánchez. Fue por ser masón por lo que pasó cuatro años en la cárcel tras la Guerra Civil.